Francfort
El Banco Central Europeo (BCE) llevará a cabo un examen "exhaustivo" a casi 130 bancos europeos y someterá también, junto a la Autoridad Bancaria Europea (EBA), a un test de resistencia.
El BCE concluirá el examen del sistema bancario europeo en octubre 2014, antes de asumir su nuevo rol de supervisor único en noviembre del próximo año, precisó este miércoles la institución en un comunicado.
Este examen se llevará a cabo en cooperación con las autoridades de supervisión nacional y con el apoyo de un gabinete de consejo externo, Oliver Wyman.
El BCE va a examinar los riesgos de las entidades en función de la liquidez, endeudamiento y financiación de las entidades estudiadas.
El estudio permitirá también establecer el perfil de riesgo de los diferentes institutos de crédito, compararlos con el resto y evaluar su vulnerabilidad con respecto a una serie de factores externos.
El proceso se inicia en noviembre pero de forma efectiva se llevará a cabo a partir de principios del próximo año.
Asimismo, el BCE pasará revista a los activos de los bancos con fecha a 31 diciembre. Este examen será "vasto y complejo" y se centrará en los activos de mayor riesgo y en los menos transparentes, asegura la institución.
Se trata de los préstamos problemáticos, reestructurados y la exposición a la deuda de los Estados de la región. Es una "iniciativa inédita a escala europea", subraya la institución monetaria de Fráncfort.
Un test de resistencia, realizado conjuntamente con la Autoridad Bancaria Europea (EBA), completará el examen de los activos de los bancos y dará una idea de su capacidad para absorber choques en condiciones de tensión, o incluso de crisis. Los detalles del test de resistencia o "stress test", se darán a conocer posteriormente.
El BCE exige a las 124 entidades bancarias que participan en este examen, así como a más de 4 filiales, unos fondos propios del 8%.
Este nivel está compuesto por un ratio de solvencia Tier 1 de 4,5% así como un colchón de protección del 2,5%, más un 1% adicional para amortiguar los eventuales riesgos sistémicos que suponen para el sistema los grandes bancos.
Una vez concluido el examen, en octubre de 2014, antes que el BCE asuma sus nuevas funciones de supervisor, habrá medidas "correctivas".
El BCE cita a título de ejemplo la recapitalización mediante la retención de beneficios, la emisión de acciones, la reorientación de las fuentes de financiación o la venta de activos.
No da plazo a los bancos para que corrijan el TIR, que será determinado por el resultado del examen realizado.
El BCE aconseja a las instituciones de crédito con baja capitalización y a las autoridades de control nacionales que adopten medidas de corrección antes de que concluya el examen, bajo la forma de provisiones o recapitalizaciones.
El BCE recuerda que la falta de capital debe paliarse con fondos propios. El dinero público solo debería entrar en juego en caso de que los fondos privados sean insuficientes o no estén disponibles.