19/01/2012. San Jos. fabrica nacional de trofeos, sobre el incremento de cormecio de articulos para carreras y maratones. en la fotografia: ./Pablo montiel (Pablo Montiel.)
Los deportistas aficionados a las carreras aumentan en número en Costa Rica y, junto a ellos, crece también toda una industria que atiende las necesidades de este sector de la población.
En los últimos cinco años el país presenta una fuerte explosión de carreras, organizadores de competencias, tiendas especializadas en calzado y artículos deportivos, fabricación de trofeos y medallas y hasta agencias de viajes que venden paquetes a maratones internacionales.
Víctor López, propietario de la tienda Runners y de la firma Global Sports, y Miguel Zeledón, de la Asociación Deportiva Los Ángeles, coincidieron en que hace cinco años había 50 carreras registradas.
El año pasado se reportaron en el país cerca de 120 competencias, entre las 90 avaladas por la Federación Costarricense de Atletismo (Fecoa) y unas 30 más que se realizaron al margen de la organización, confirmó su presidente Roberto Verdesia.
Incluso, para este 2012, hay programadas 80 competencias, a pesar de que el año apenas descuenta sus primeros 21 días.
Ambos consultados explicaron que este incremento responde a una mayor preocupación de los corredores por su salud, aunque también hay implícito un elemento de moda.
Claro que este interés tiene su precio: un corredor debe desembolsar, como mínimo, ¢150.000, que incluye tenis, medias, pantaloneta, camiseta, lentes, reloj e inscripción.
El cronómetro no para. Sergio Fumero, propietario de la Fábrica Nacional de Trofeos, detalló que en los últimos años su empresa vio un crecimiento anual de entre un 15% y un 20% en los pedidos de medallas y trofeos por parte de organizadores de carreras.
Esto tiene lógica dado que el número de corredores cada vez es mayor. Fumero indicó que hace tres años elaboraron 2.500 medallas para la carrera La Candelaria (que se realiza en febrero en Cartago), y para este año alista 4.200 medallas.
Vicky G. Ross, presidenta de la Fundación Ross (dedicada a la lucha contra el cáncer), comentó que hace cuatro años, cuando su representada organizó la primera carrera, se inscribieron 1.000 personas.
El año pasado participaron 7.000 corredores, de los cuales 5.000 lo hicieron con inscripción.
De todo este trote también se benefician las empresas organizadores de carreras. López y Zeledón encabezan dos de las cinco firmas dedicadas a esta tarea desde hace menos de cinco años. Ellas diseñan la ruta y asesoran en materia de tránsito, cronometraje y mercadeo.
Zeledón y Verdesia estimaron que cada carrera cuesta entre ¢6 y ¢9 millones para una participación promedio de 1.200 atletas.
López, de Runners, agregó que cada corredor le cuesta a la organización ¢15.000, monto que incluye camiseta, chip , número, frutas, seguros e hidratación. Esos costos se cubren con inscripciones (que rondan entre ¢5.000 y ¢10.000) y patrocinadores.
Uno de estos últimos es Gatorade. Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Florida Ice & Farm –distribuidora de la bebida hidratante– explicó que para este año la marca patrocinará 60 carreras con el producto, pero también con material.
Agregó que el 60% de la inversión en mercadeo de la marca se destinará a múltiples actividades deportivas.
Sin embargo, no toda la ruta es plana. Zeledón advirtió del riesgo de que las carreras pierdan adeptos por su costo. Para él, un promedio razonable va de ¢5.000 a ¢7.000. “El alto precio de inscribirse puede matar la gallina de huevos de oro para todos”, dijo.