Los productores de arroz aceptan una reducción del precio, pero solicitan a cambio un programa de mejoramiento de la competitividad del sector, de aquí al 2020.
Óscar Campos, presidente de la Asamblea Nacional de Productores de Arroz, manifestó que el programa debe mejorar la infraestructura, dotar de semillas mejoradas al productor, y garantizar equipo y maquinaria para sembrar y cosechar, así como el recibo del grano.
Estas condiciones se negociaron durante todo el día de ayer en un encuentro con personal técnico del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Al salir de la reunión, después de las 5 p. m., Campos se quejó de que el Gobierno les impuso un precio de ¢20.050 por saco de arroz de 73,6 kilos en granza, y no reconoció los ¢21.372 obtenidos de la aplicación del modelo de costos.
Este precio se aplicará a partir de enero próximo y significará una notable reducción desde los ¢24.315 fijados actualmente para el saco.
Campos manifestó que, pese a rechazar el precio de ¢20.050, continuarán negociando con el Gobierno un plan de mejoramiento de la competitividad.
Esta caída en el valor del grano que paga el industrial al productor no se reflejaría de inmediato, en enero, en el precio al consumidor. Se calcula que hay existencias para cubrir la demanda hasta finales de abril del 2011, por lo que el consumidor no tendrá una eventual rebaja sino hasta ese momento.
Los arroceros se quejaron de que, para llegar al precio que pondrá en vigencia el Gobierno, les exigirán también una productividad de 4,8 toneladas por hectárea, mientras ellos ofrecieron 4,5 toneladas por hectárea.