La atención de los pacientes de accidentes laborales y de tránsito le dejan a la CCSS una deuda millonaria, que resulta difícil de cobrar.
Al 31 de mayo pasado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) registró cuentas por cobrar debido a dicha situación por casi ¢18.000 millones.
Esta importe surge por varias situaciones.
En el caso de la póliza del Seguro Obligatorio para Vehículos Automotores, la que se usa cuando hay accidentes de tránsito, la indemnización máxima es por ¢6 millones.
Por lo tanto, si el costo de la atención del paciente supera esa cifra, a la Caja no le queda más que pasar el exceso de gasto hospitalario a “cuentas por cobrar” aunque no tiene a quién reclamar el pago pues el Instituto, por ley, no puede cancelar más allá del monto de la póliza.
Otra parte de la cuenta surge por las discusiones entre el INS y la CCSS sobre las facturas, por ejemplo, si el caso no está bien documentado o si la factura no está bien identificada. Estos debates también suceden con la póliza de riesgos del trabajo, la cual no tiene tope.
Otro factor es que la anterior ley de tránsito, que rigió hasta octubre del 2012, le daba cinco años al INS para pagar, por lo que pueden haber facturas que la entidad aseguradora pagará, pero que tiene tiempo hasta el 2017 para hacerlo.
Debido a esos problemas, no se tiene claro el monto que la CCSS le puede cobrar al INS.
“Si usted me pregunta cuánto aparece registrado como cuenta por cobrar en los estados financieros de la Caja, probablemente diga que la deuda es de unos ¢18.000 millones, eso es lo que está registrado como una cuenta por cobrar, pero no significa que eso sea la suma que la CCSS podría ir a cobrarle al INS”, explicó Wven Porras, encargado de Riesgos Excluidos de la CCSS,
Porras estimó que del monto total, solo el 5% estaría en condición de ser llevada a cobro contra el INS ya sea por la vía administrativa o judicial, pues el resto no califica como exigible.
Sin deudor. Si al INS no le correspode pagar la mayor parte de la cuenta, entonces ¿quién lo hace?
“En este momento (la deuda) la estamos asumiendo los costarricenses que pagamos la cuota del seguro de salud”, respondió Porras.
“Cada vez que lea en el diario que hubo un accidente puede tener certeza de que la mayoría de la recuperación de esa persona la está pagando usted. Jamás estaría diciendo que no hay que atender a las personas, pero ¿de verdad el seguro obligatorio está alcanzado para eso?”, comentó Porras.
El seguro de salud de la Caja es el encargado de sostener económicamente a todos los centros de salud del país, como hospitales, clínicas y centros de atención integral.
Por lo tanto, la deuda afecta la atención de los asegurados de todos estos centros.
Monto de las pólizas. Tanto para Porras como para Sergio Iván Alfaro, presidente del INS, esta es una decisión del país, más que de dos instituciones, pues detrás del debate hay temas como los montos de las primas de las pólizas y las finanzas del seguro de salud.
“Si me pregunta qué vamos a hacer, la pregunta más bien es, qué va a hacer el país. Esto es una decisión del país. Se tiene que decidir si se va a resolver que la Caja siga asumiendo o si se van a arreglar las cosas, como se supone que tienen que arreglarse en un mercado abierto”, señaló Porras, quien aclaró que esa esa es su posición personal.
Él agregó que el país debe tener una discusión sobre las primas de los seguros y los montos que estos cubren.
“Uno escucha a las personas decir que en Estados Unidos los vehículos tienen un costo muy bajo, eso es así porque lo que tiene un costo altísimo es el seguro, pero en este país el seguro obligatorio estaba subsidiado por el seguro social porque era un monopolio. Eso tendrá que ir cambiando en razón de la apertura del mercado de seguros”, señaló Porras.
Consultado sobre las opciones para afrontar el problema, Alfaro explicó que él y la presidenta de la Caja, María del Rocío Sáenz, están buscando un acuerdo, primero, sobre la atención del paciente.
“Lo que queremos hacer es tener una discusión y llegar a un acuerdo sobre el modelo de tratamiento del paciente. Hasta ahora, entre las autoridades, la discusión es la plata y no los pacientes, entonces los pacientes van y vienen de un sistema al otro”, expresó Alfaro.
Otra medida que señaló el jerarca del INS es convocar a un grupo grande de instituciones para unir esfuerzos con el objetivo de reducir los accidentes de tránsito, pues en la medida que estos mermen bajarán los costos de atención.
“En ese sentido, la ministra de Salud, la presidenta de la Caja, y yo estamos convocando a un grupo grande de instituciones que tienen que ver con este tema para que entre todos hagamos un esfuerzo único y no 20 esfuerzos distintos para ver cómo hacemos programas de mejora en materia de tránsito”, explicó Alfaro.
Para el superintendente general de seguros, Tomás Soley, la solución también involucra un tema de voluntad de los funcionarios.
“Yo creo que es un tema de voluntad y de repente la voluntad ni siquiera está en los jerarcas, sino en los mandos más técnicos, cuando se sienten en una mesa los que tienen que decidir si (al paciente) lo cubre uno u otro. En esa letra menuda es donde se entraba la situación”, dijo Soley.
Añadió que al final de cuentas están los tribunales de justicia, pero llevar cada caso a un juicio sería muy oneroso para el país.