Australia
Tras dos finales perdidas (2011 y 2013), Na Li está convencida de que llegó su hora de ganar el Abierto de Australia, pero antes la china debe derrotar en la final de este sábado a la eslovaca Dominika Cibulkova.
La jugadora asiática caminó con paso firme hacía su tercera final de Melbourne en cuatro años. Las dos anteriores no acabaron como ella hubiera deseado.
En 2011, perdió ante la belga Kim Clijsters tras ganar el primer set. Y, el año pasado, la derrota fue más dolorosa. Sufrió dos caídas, quedando tras una de ellas inconsciente en el suelo.
Ese mismo año, en Roland Garros se convirtió en la primera asiática en dejarse un gran torneo.
"Voy a jugar el mismo tenis de siempre. No cambio nunca mis planes en función de la rival. Lo más importante es ser tú misma", explicó Li.
Al otro lado de la pista, la china tendrá a una jugadora por la que nadie apostaba al principio del torneo. Cibulkova, vigésima cabeza de serie, es la primera eslovaca en llegar a una final de un grande.
Con una altura de 1,61 m, podría ser la jugadora más baja en ganar uno de los principales torneos del año.
"No es una cuestión de altura. Lo que importa es querer algo y creer que lo puedes conseguir", concluyó la eslovaca.