Barra da Tijuca.
Juan Martín del Potro se tiró al piso porque no lo podía creer tras un partido eterno, emocionante y dramático que duró tres horas y ocho minutos.
El matagigantes le ganó 2-1 a Rafael Nadal por 5-7, 6-4 y 7-6 (7-5), en un partido épico y ahora está en la final del tenis de los Juegos Olímpicos Río 2016.
Tras eliminar al serbio Novak Djokovic y arrebatarle el sueño dorado al español, ahora se verá la cara con el británico Andy Murray.
Fue un triunfo agónico y merecido, contra todo y contra todos, porque Del Potro inició con la afición en contra y terminó ovacionado, en un estadio que hasta el puro final coreaba: "Delpo, Delpo, Delpo...".
Aparte de que es uno de los ídolos del tenis mundial, el español Rafael Nadal inició como si estuviera jugando en casa.
El suramericano ha hecho un torneo impecable en Río, pero es argentino y, en Brasil, eso pesa mucho.
Del Potro vestido con camisa celeste y pantaloneta blanca estaba en la cancha central del Complejo de tenis frente a un Nadal que tiene su muñeca casi rota, pero que es algo que no lo ha frenado.
En las gradas, la indumentaria del argentino también la aportaban sus bulliciosos compatriotas, que cada vez que le cantaban como hinchada, se ganaban una silbatina fuerte y potente.
Era una "guerra"; Del Potro que se dio el lujo de eliminar al serbio Novak Djokovic en la primera ronda trataba de no perder la concentración, mientras que Nadal recibía apoyo de quienes acudieron con las banderas de España y de esos brasileños que también iban a muerte con él.
Esta semifinal tuvo un ambiente de final, porque muy pocas butacas estaban libres, en un majestuoso estadio de tenis con capacidad para 10.000 personas.
La lucha de poder entre el público para saber el punto de quién se celebraba con más ganas se trasladaba a la cancha.
En ese frente a frente entre Nadal y Del Potro, el manacorí ganó el primer set por 7-5.
La valentía del argentino lo llevó a tomar la batuta en el segundo set, porque ahí necesitaba ganar para alargar el juego.
Iba con ventaja de 1-3, pero Nadal intentaba no darle alas, porque desde el momento en el que Del Potro dejó llorando a Nole, también tomó un rol de favorito.
Por errores de Rafa y virtudes de ese argentino que pasó por la Copa del Café, ese segundo set iba 4-2.
De nuevo, Nadal se reencuentra y entra otra vez en el calor del juego para poner el 4-3.
Es tan reñido el partido que no hay pronóstico claro y la efervescencia en las gradas provoca que constantemente, por los altoparlantes, se le pida a los espectadores que hagan silencio.
Con las cosas 5-4, Del Potro se inspira para dejarse el set 6-4 y empatar el juego 1-1.
Vendrá el desempate y ninguno quiere perder, porque este es el camino al oro.
Después de que Nadal obtuvo esa presea ya con Marc López, también la quiere en individual, pero al final deberá pelear por el bronce.
Mientras que Del Potro no se da por menos y él tambien tiene el mismo sueño, uno que está a punto de cumplir.
Es por eso que el set definitivo es parejo y está 2-2.
Los argentinos se enloquecieron cuando Del Potro por primera vez puso a Nadal contra las cuerdas en este set: 5-4.
El español presionado fue demoledor con su raqueta para poner el 5-5 en la pizarra y adueñarse de una ovación por el espectáculo que da.
Después de ir abajo 40-0, el ibérico ganó el punto y de nuevo toma ventaja en el set por 5-6. Del Potro también hace lo suyo: 6-6.
El argentino terminó ganando 7-6 y va por el oro.
En la final Del Potro enfrentará al británico Andy Murray, que más temprano derrotó a Kei Nishikori por un contundente 6-1 y 6-4 y ahora buscará renovar la medalla que alcanzó en Londres. Por su parte, el argentino busca su primer oro olímpico.
La lucha por el oro de Río será este domingo a partir de las 12:30 p. m. (hora de Costa Rica).
Por méritos propios y con un tenis impecable, Del Potro logró que los mismos brasileños que iban con Nadal, se pusieran de pie y le aplaudieran.
Noticia actualizada a las 3 p.m.