Conseguir un fogueo de lujo para una selección como la de Costa Rica no es solo un esfuerzo mayúsculo en tema de logística, es también una empresa onerosa que casi se podría decir raya en el capricho.
Pagar los $1,5 millones que cuesta al menos el solo contratar a un combinado “AA” o “AAA” es apenas el primer paso en una travesía que demanda tramitar permisos, pagar impuestos y cumplir con un sinfín de obligaciones tan dispares como rentar todo un avión ejecutivo.
“En un partido como el de España, Brasil o Argentina el precio de las entradas no es antojadizo, no se está buscando el negocio, se busca reducir en algo el margen de pérdida que siempre existe”, explicó el vicepresidente de la Fedefútbol, Jorge Hidalgo.
El federativo explicó que una vez superado el escollo de pagar el contrato con la otra selección, empieza un proceso cargado de gastos y escaso en retornos.
“El contrato de esas selecciones ronda siempre entre $1,5 y los $2 millones, a eso hay que agregarle un 15% de impuestos que ninguna selección te va a descontar, hospedaje, alimentación y traslados, que es todo un tema.
“Algunas selecciones permiten viajar en varios vuelos para colmar la primera clase, otras te exigen contratar un avión ejecutivo o pagar los costos del propio, como es el caso de España”, señaló el vicepresidente.
Hidalgo añadió que después viene tramitar permisos en el país, pagar el alquiler del Estadio Nacional y todo su funcionamiento, sufragar seguros e incluso a veces las transmisiones de televisión, que implican alta definición y la fijación de horarios compatibles con Europa, por ejemplo.
Finalmente, también hay que pagar los traslados de los legionarios ticos y su estadía, un rubro más en esa onerosa empresa.