El técnico de la Selección Sub-17 de Costa Rica, Marcelo Popeye Herrera, definió rápido y de forma sencilla su sentir tras quedar fuera del Mundial en cuartos de final. El argentino aseguró que sentía orgullo y vergüenza.
Lo primero por el fútbol y esfuerzo que mostraron sus pupilos durante la cita en Chile, y lo segundo por el accionar de la FIFA y los tres minutos de reposición que dictó el árbitro durante el partido de este lunes ante Bélgica, ya que a su parecer debía reponer más.
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"Siento un orgullo tremendo y vergüenza. El orgullo por los chicos, hicieron un trabajo brillante, superaron la expectativas. Y siento vergüenza porque el Fair Play no existió en ningún punto", aseguró el estratega, mientras se quejaba de que la "FIFA le quería manejar la vida", en referencia al momento que debía hablar en conferencia.
"Mi señora es la única que me da órdenes", dijo entre risas el suramericano.
Posteriormente, continuó con su reclamo por el accionar del máximo rector del fútbol mundial.
"Desde los cambios de escenarios (estadios), pasando por malos estados de los campos, luego los horarios y terminamos redondeando hoy, sin echarle la culpa a esta situación, porque Bélgica nos ganó con las armas reales".
"Lo que ha sucedido hoy lo reconfirmó y lo reafirmo, nos ganó bien (Bélgica), hicieron el gol necesario para clasificar, pero que nos hayan dado tres minutos de alargue, después de que se perdieron al menos 6 minutos, a mí eso me da vergüenza", agregó.
¿Qué viene después de este Mundial?
Lo manifesté durante todo el tiempo, desde el día que llegamos y desde que empecé a trabajar para la Federación Costarricense en noviembre de 2014 me propuse tratar de tener continiudad para poder redondear un proyecto, le tengo mucha confianza a los trabajos a largo plazo y es difícil conseguir dirigencias que te respalden. Después de una tormenta importante en Costa Rica, las aguas se calmaron, la gente que estuvo al frente de la Federación siempre creyó en mí, partiendo de don Eduardo Li. Esto es nada más que un paso, aquí se cierra el pirmer año de trabajo, creo que con muchísimo líquido dentro del vaso, siempre veo el vaso lleno aunque tenga dos gotas, ha sido un año de mucho aprendizaje, de adaptación y también para que me conozcan a mí.
Los méritos no ganan partidos, pero la Selección mostró buenas cosas y al final la afición los ovacionó...
Lo más lindo de esto es que las palabras que uno vino pregonando en el tiempo quedan cristalizadas en el campo y lo que ha sucedido al final del partido, que nos ovacionen a nostros en vez del equipo ganador, es extraordinario. Más allá de que queríamos salir campeones, no era un verso, no era una motivación o una mentira, yo quiero ganar todo lo que juego, no me gusta perder, me pueden ver calmado pero tengo mucha bronca dentro, este partido tuvimos que haberlo ganado. Pero es fútbol, la pelota pega en el palo y entra, la pelota pega en el palo y sale. Lamentablemente nos tenemos que ir, pero creo que estos chicos tienen un futuro enorme. Le están haciendo entender a muchos otros chicos que la camiseta hay que quererla y dejar la huella en el campo, y si la dejamos, el resultado no interesa porque la consecuencia del trabajo al final siempre va a ser buena, estos chicos se entregaron en todo momento.
Declaraciones en Deportivas Columbia.