San Pedro Sula, Honduras
Costa Rica sacó un punto de oro en Honduras y dejó a la selección catracha malherida en el camino a Rusia 2018.
El equipo patrio llegó a siete puntos y rescató un marcador favorable en una plaza candente.
Por su lado los hondureños se quedaron estancados con cuatro puntos, todos logrados en sus tres juegos de local, donde se supone debían ser fuertes.
La Sele acabó el primer tiempo contra la pared porque no supo liquidar a su rival.
Antes de que el equipo casa abriera el marcador, en el minuto 34, la escuadra patria había pisado el área hondureño con peligro absoluto.
Hubo al menos cuatro acciones claras de gol a favor de la Tricolor pero ninguna acabó en los mecates del arquero Donis Escober.
Celso Borges fue protagonista en dos acciones puntuales, la primera, en el 9', cuando fue derribado dentro del área por Escober, acción en la que solo el árbitro Joel Aguilar no vio penal.
Después Celso desperdició una clara oportunidad al rematar desviado luego de una combinación con Marco Ureña.
Las otras dos acciones de peligro tuvieron como actores principales a Bryan Ruiz y a Kendall Waston, el capitán no atinó en el disparo y el espigado defensor remató de cabeza.
La sensación de que se había perdonado a la H se hizo realidad con el gol de Lozano, Bryan Oviedo perdió la marca, Giancarlo González no apretó y en un doble intento el ariete catracho superó la resistencia de Keylor Navas, que achicó bien pero siempre fue abatido.
Así bajó el telón de un primer acto intenso, convulsionado por las faltas, marcado también por la vulnerabilidad de Oviedo por la izquierda y la poca presencia de Joel Campbell en ataque.
Sin omitir el papel casero del árbitro central, reconocido por sus decisiones inexplicables como la de no dejar lanzar el tiro libre a Rándall Azofeifa, en el último minuto y despertar la ira de los nuestros.
La dificultad creció en el complemento porque los hombres de casa llevaron el juego a donde les interesaba y obligaron a la Sele a redoblar esfuerzos en un campo hostil.
Poco a poco la Mayor fue arrinconando a los catrachos en su área y gestó la paridad gracias a la estatura de Waston.
Un tiro de esquina, cobrado por Christian Bolaños, terminó en la frente del zaguero quien aprovechó su corpulencia y silenció el Morazán.
El ingreso de Bolaños le aportó pausa al seleccionado nacional que supo manejar el partido hasta el final.
Marvin Solano, técnico nacional, analiza el partido
Costa Rica tuvo dos caras ante Honduras. En el primer tiempo se apostó por un sistema 1-5-4-1, en el que catrachos superaron a la Sele, principalmente porque el equipo estaba mal posicionado, ya que la zona media no presionaba ni recuperaba bien. Además, la parte baja fue sometida a un ataque constante, los laterales no tenían compañía y se vieron en desventaja, lo que hizo que los desbordaran con facilidad. A esto se sumó que en ataque solo se intentaba llegar con balones largos.
En el segundo tiempo todo cambió; primero se modificó el sistema y se pasó a un 1-4-2-3-1, luego de la salida de Michael Umaña y el ingreso de David Guzmán para tener superioridad numérica en la mediacancha.
Guzmán entró con mucha dinámica, ayudó a Celso Borges en la marca y lo liberó. Adicional a esto, con la inclusión de Christian Bolaños el equipo levantó el nivel, se empezó a sostener más la pelota, a elaborar más y ganar en el uno contra uno; algo que no se lograba con Rándall Azofeifa, quien no tenía la intensidad que se requería y su dinámica no era la adecuada intensidad.
La buena lectura y las modificaciones de Óscar Ramírez le permitieron a la Nacional tomar el control del juego, dejar sin ideas a los hondureños y llevar el juego donde más le servía a la Tricolor, hasta que se logró sacar provecho a la altura de Kendall Waston y su buen salto.
Los entrenadores hacemos un planteamiento previo, pero cuando no sale de inicio lo que se pretendía se necesita esa precisión para identificar los errores y atreverse a realizar los ajustes, algo que hizo muy bien Ramírez.
Si bien es cierto, parecía que Costa Rica podía sacar algo más que el empate por la forma en como se cerró, las características de los jugadores que se tenían y el desconcierto de los locales; se está jugando mucho y el punto es sumamente bueno, así que era mejor no arriesgar.
El balance de la Sele es muy positivo porque sacar cuatro puntos afuera en tres juegos de la eliminatoria marca mucho y en casa el combinado patrio suele ser muy fuerte.