Si vemos el primer juego de la Copa, Costa Rica no tuvo posesión, no daba tres pases seguidos. En el segundo, tuvo posesión pero estuvo partido, no hubo transiciones de defensa a ataque. Ayer, sí hizo un partido completo, con muy buena presión en el centro del campo, especialmente en el primer tiempo, lo que le permitió contragolpear y generar peligro.
La Tricolor realizó muy buenas combinaciones en el centro del campo y esto ayudó a encontrar a hombres libres en el campo colombiano, especialmente Johan Venegas, quien encontró los espacios donde podía recibir el balón solo y enfrentar a la zaga.
En el segundo tiempo lo más importante fue que la Sele no dejó que Colombia tomara la iniciativa y la encerrara.
Punto alto fue jugar con Rándall Azofeifa en el centro, ya que esto permite que Celso Borges crezca en el juego y haga lo que mejor sabe hacer, que es llegar al área rival y darle al equipo mayor presencia en zona ofensiva.
También hay que resaltar el trabajo defensivo cuando los cafeteros buscaron con todo el empate. Con Juan Cuadrado y James Rodríguez, Colombia apretó, pero Costa Rica supo defender.
La de ayer es la forma ideal de afrontar la eliminatoria, especialmente en partidos de nivel, como contra Estados Unidos y México, equipos que saben controlar el balón y contragolpear. El técnico quiere jugar más ofensivamente y se dio cuenta de que la forma no funciona porque limita a Borges. De este modo, puede ser más eficiente y eficaz, con un contención que no solo recupere sino que además dé posesión.