San Rafael de Alajuela
A Michael Umaña se le dibuja una sonrisa en el rostro, le brillan los ojos. Acaba de recibir su ansiada camiseta con el número 100, cantidad de partidos que cumplió con la Selección Nacional.
Cumplió esa cifra en el último juego eliminatorio ante Trinidad y Tobago, pero un error en el conteo hizo que se enterara hasta este lunes.
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Por esa razón el homenaje fue tardío, pero para el zaguero costarricense lo más importante fue que cumplió su objetivo.
Umaña afirma que tener 100 cotejos con la Tricolor estaba entre sus metas, una que quería conseguir antes de retirarse.
A sus 37 años saber cuánto le queda en el fútbol es incierto, pero para el defensor había un pendiente.
"Puedo irme orgulloso que logré mi objetivo de llegar a 100 partidos con la Selección Nacional, siempre ponerse esa camiseta es un honor y lo haré con el mayor cariño que tengo, no hay nada más lindo que esto", expresó este miércoles en el Proyecto Gol.
El experimentado futbolista se mantenía al tanto de sus encuentros oficiales con el conjunto patrio, pero en un momento determinado perdió la cuenta.
"Me sentí muy feliz (cuando le dijeron que tenía 100), contento, porque estaba buscándolo, era una de mis metas, lo logro, pero me costó, porque como perdí el conteo", agregó.
La felicidad y amargura. Durante tantos momentos con la Sele, Umaña tiene dos guardados en su memoria, dos con caras diferentes.
Uno sucedió el 14 de octubre de 2009, pero ese día el defensor no jugó. Su peor recuerdo con la Sele lo vivió desde la banca.
Esa noche es recordad por toda Costa Rica, porque la Mayor quedó fuera del Mundial de Sudáfrica 2010 por un gol en el epílogo ante Estados Unidos.
"Fue un golpe muy fuerte para mí, para todos, para el país, para los jóvenes que venían detrás de nosotros, ese es un momento que no voy a olvidar nunca", comentó.
Diferente fue el 29 de junio de 2014. Umaña es recordado como el héroe de Brasil 2014, al anotar el penal que metió a la Nacional en los cuartos de final.
"Esa es una de las mieles", recuerda con una sonrisa.
La disciplina y el respeto son sus pilares, con los que cree, han conseguido mantenerse en este deporte.
"He tratado de ser ejemplo, me siento orgulloso de mí mismo y siento que hasta cierto punto lo he logrado".