"Tiene más moral que un alcoyano"; es una frase de enorme popularidad en toda España. Nace, casualmente, de este equipo en el que milita el volante tico José Miguel Cubero en la Segunda B. El contexto de esta línea alude a que un alcoyano no tira la toalla ni ante las peores adversidades.
No se sabe con certeza en cuál partido nació este refrán, aunque el diario ABC hace alusión a un juego que se realizó en 1948 por la Copa del Rey, en el que el Alcoyano caía goleado y el árbitro decidió pitar el final cuando aún restaban 60 segundos. Los jugadores le reclamaron airosos, insistiendo en que todavía era posible remontar.
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La frase le cae al dedillo a Cubero, que se niega a olvidar a la Sele. Por el contrario, espera que esta nueva travesía en el Viejo Continente le permita tomar un segundo aire en la Tricolor.
En parte, decidió salir de la zona de confort que le ofrecía Herediano para emigrar a Alcoy, un pequeño pueblo de 60.000 habitantes que se encuentra a 45 minutos de la provincia de Alicante y el mar Mediterráneo, a unos 420 kilómetros de Madrid.
Aquí se jactan de su cultura arquitectónica, pero ante todo de sus puentes, símbolos de la ciudad. Hay alrededor de 20 edificaciones grandes, tan antiguas como el puente de Alcassares, que fue reparado en 1675.
Al parecer, Alcoy se asentó entre barrancos y ríos, lo que provocó la construcción de los puentes.
Cubero firmó por el club que representa a esta ciudad: El Alcoyano. Aquí ha tenido participación en los cinco partidos en los que estuvo a disposición del entrenador, uno de ellos por la Copa del Rey.
El futbolista asegura que le ha sorprendido el profesionalismo del club. En un principio sintió un poco de susto por el reto que tenía en frente, pero luego conoció el campo de entrenamiento, el estadio y la ciudad, y le sorprendieron todas las condiciones que le brindaron para desarrollarse.
En las afueras de la ciudad hay algunos castillos que ha podido conocer gracias a sus compañeros, así como parques nacionales que rodean la zona, en donde asegura sentirse muy cómodo.
Es este el trampolín que eligió para buscar otro equipo en el mercado de pases de enero. Espera que se le abra una puerta que le permita mantenerse en Europa durante tres años y, sobre todo, alcanzar un rendimiento óptimo para que el timonel Óscar Ramírez vuelque su mirada hacia su trabajo.
"Una de las cosas por las que me vine es pensando en la Selección. En este momento decidí arriesgar porque podía aparecer otro equipo, además lo que quería era jugar. Aunque varia gente me pregunta, '¿cómo vas a firmar con un equipo así?', no me arrepiento por la decisión que tomé", explicó Cubero.
Aparte de puentes, en Alcoy también hay tradiciones muy arraigadas, como la fiesta de moros y cristianos, que fue declarada de interés internacional en 1980, y los títeres, símbolo de las navidades.
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Desde hace más de 100 años se presentan en el Betlem de Tirisiti, un teatro de obras con títeres, en los que se hablan temáticas variadas, unas populares y otras religiosas.
Los muñecos se montan sobre varillas y corren de un lado a otro, con sus trajes coloridos. Según publica el sitio web de Alcoy, este es uno de los actos culturales más antiguos de toda España.
Aunque Cubero tarda solo 45 minutos en llegar a Alicante, hay diferencias entre la cabecera de esta provincia y el pueblo al que pertenece su club, por ejemplo, el clima. Alcoy es frío, tanto que en enero cae nieve. Alicante, en cambio, es una ciudad costera que se comunica con el mar Mediterráneo.
Por ahora, se adapta a su nuevo estilo de vida. En los próximos días llegará a España su novia y constantemente recibe la visita de sus familiares cercanos. En el equipo, el salario cumple con sus pretensiones. En estos momentos solo se centra en rendir.
"Aquí es un lugar muy bonito, distinto a Barcelona o Madrid. Me salió esta oportunidad casi a los 30 años y tenía que aprovecharla", concluyó Cubero.