Tras la victoria ante Italia, los chaperones irrumpieron en el festejo para avisar que siete jugadores de Costa Rica tenían que presentarse al control antidopaje.
Los "premiados" fueron Keylor Navas, Bryan Ruiz, Michael Barrantes, Celso Borges, Christian Bolaños, Marco Ureña y Diego Calvo, quienes acudieron a la sala designada para la toma de muestras de sangre y orina sin entender qué estaba pasando.
¿Por qué se llamó al control a siete futbolistas nacionales y solamente a dos hombres de Italia?
Era algo engorroso, daba para pensar mal y los ticos creían que FIFA dudaba de su honestidad.
Parecía que se trataba de deslegitimar la hazaña de un equipo que se había convertido en el "mata gigantes" de Brasil 2014, tras ganarle a dos excampeonas del mundo, como Uruguay e Italia.
Todo se trató de un malentendido, por falta de comunicación, según aclaró aquel día el doctor Esteban Campos, quien fue el oficial de dopaje a cargo de los controles previos y sorpresa que se le practicaron a la Tricolor el 16 de mayo de 2014 en el Proyecto Gol.
"Ese día estaban solo 19 jugadores. Los demás no se habían incorporado, así que se le explicó a la Fedefutbol que a los que no estaban se les harían los controles en Brasil y que el día y la hora iban a seguir siendo sorpresa, que podían ser en cualquier momento", detalló Campos.
El galeno explicó que la FIFA, tras el duelo con los italianos llamó a los cinco jugadores que faltaban del control previo, que en realidad correspondía al 16 de mayo. Y los otros fueron los que van al azar por partido para garantizar el juego limpio. A esos dos solo se les efectuó un examen de orina.
"La FIFA en ningún momento sospecha de nadie ni trata de hacer ninguna investigación. Simplemente había que cumplir el protocolo que se seguía", citó Campos.
A los 736 jugadores que están en el Mundial se les tenía que practicar pruebas de orina y de sangre. Y con Costa Rica, ayer se cumplió la orden. Todos los seleccionados ya están controlados por la FIFA.