Redacción
El desempeño de Bryan Ruiz mejoró notablemente ante Brasil, luego de una Copa Oro decepcionante para el capitán. El futbolista reconoció ayer que su realidad cambió rádicalmente desde que llegó al Sporting de Portugal, en donde retomó la regularidad y la confianza.
El futbolista se mostró seguro con la pelota y peligroso al pisar el último cuarto de cancha, aunque debe colaborar más en defensa.
En el cotejo de ayer, le cometieron una falta de penal y le anularon un gol legítimo en la etapa complementaria, cuando el central canadiense, Mathieu Boudreau, pitó un fuera de juego inexsistente.
Fue el jugador más peligroso del combinado nacional y el volante con más claridad en la conducción de balón, en un partido deficiente para su compañero habitual en la creación de juego, Celso Borges.
Ciertamente, los seis partidos que disputó con su club en las últimas tres semanas le permitieron recobrar la fineza con el balón.
Ahora la gran tarea de Machillo será fortalecer la generación de opciones de peligro, pues el equipo presentó pocas alianzas en ataque.
En el eje ofensivo, el equipo patrio generó cuatro arremetidas por derecha, dos por el centro y cinco por el costado izquierdo, sin embargo, ninguna terminó en remate directo. Tampoco hubo jugadas de pared.
En la primera mitad, Marco Ureña intentó juntarse con Ruiz, pero el juego de primera intención resultó deficiente.