Escazú. El fuerte viento que sopla por Escazú es uno de los principales problemas con los que se toparon los tenistas del torneo Challenger de la ATP que se desarrolla estos días en Costa Rica.
Las ráfagas que cruzan por las canchas de Costa Rica Country Club, sede del certamen, hacen que los jugadores fallen muchos de sus tiros.
El ecuatoriano Giovanny Lapentti apuntó que “principalmente en la cancha central (el estadio) es donde hay más corriente de aire. Por ser más amplia, se hace como un remolino”.
Por su parte, el estadounidense Robert Kendrick (86 del mundo), expresó que “el viento va como a 40 kilómetros por hora. No he escuchado a nadie decir que le está pegando bien a la bola. Para ganar, hay que ganar feo”.
El ruso Igor Kunitsyn (103 del orbe), expresó que “hay mucho viento y eso hace que haya que mantener la concentración el 100% del partido, pues apenas uno se relaja, uno se equivoca”.
De forma similar opinó su compatriota Teymuraz Gabashvili, tras caer eliminado del certamen.
“Aquí (en Costa Rica) es muy difícil jugar. Hay que estar concentrados todo el juego, quizás tres o cuatro veces más de lo normal, porque el sol sale, se esconde, el viento viene y se va, son muchas cosas”.
Otros factores que se nombraron como dificultades fueron el calor, que hace que el pique de la pelota sea más alto y la altura (unos 1.500 metros sobre el nivel del mar), que dificulta la respiración de algunos de los tenistas extranjeros.