La llamada que recibió Jessica Chaves la dejó patitiesa: le ofrecían, nada menos, que encargarse de la preparación física del entonces pentacampeón nacional del baloncesto masculino.
“Cuando Jimmy García me llamó yo creí que se trataba de una escuelita o que Barva había formado un equipo femenino”, recordó la preparadora física, días después de que los barveños conquistaran su hexa.
“Estaba muy ansiosa, porque soy superpequeña, en edad y en tamaño; pero tenía muchísimas ganas de trabajar”, añadió.
Chaves es graduada de la Universidad Nacional y cuenta con una especialización de entrenadora de baloncesto en la Universidad de Leipzig, Alemania.
Su primera vez en el equipo barveño fue cuando llegó a hacer su práctica profesional.
Al asumir García las riendas ferreteras, la llamó.
“Yo pensé que si me metí en esto tenía que hacerlo bien. Afortunadamente los jugadores fueron muy respetuosos y siguieron las indicaciones. La experiencia fue muy enriquecedora.
“Me preguntaba cómo hacer para que a esta carajilla le hicieran caso (se ríe), pero a los jugadores yo siempre les hablé con conocimiento, siempre les expliqué las cosas y siempre fueron muy receptivos a las indicaciones”, expresó esta ramonense, de 24 años de edad.
Con la temporada del 2011 en el recuerdo, con el sexto título al hilo barveño y con su primera medalla, llegó la hora del balance.
“La verdad, me sentí muy orgullosa de mí y del trabajo. Hice todo lo que sentí que debía hacer y si el año entrante me llaman de nuevo, lo tengo que hacer mejor”, sostuvo Chaves, quien ahora es vecina de Heredia centro.
Un año de trabajo en Barva no le dejó canas, pero sí un cambio de color en su cabello. “Es que se me fueron los highlights . Por eso ahora lo tengo oscuro”. Sonrió con ganas.