Una brillante actuación del argentino Manu Ginóbili, salido de la banca para cambiar la historia del juego, fue clave para que los Spurs de San Antonio tomaran ventaja en el primer juego de la final de la Conferencia Oeste de la NBA.
Con 26 puntos, cinco rebotes y tres asistencias del argentino –en apenas 34 minutos– los Spurs derrotaron 101 a 98 al Thunder de Oklahoma, en lo que prácticamente se considera como una final adelanta de la NBA.
Luego de una primera mitad muy pareja, que San Antonio lideró por solo un punto (47-46), el Thunder se adelantó en el tercer tramo 70-62, gracias al accionar de sus dos caballos de batalla, Kevin Durant y Russell Westbrook.
Fue en ese momento que, contra las cuerdas, emergió la figura del suramericano, que ingresó desde el banquillo nuevamente para cargar con el equipo y anotar en una acometida al aro. Más adelante sirvió dos bonitos pases a Tim Duncan para acomodar la victoria.
Pero el propio Duncan y Tony Parker también resultaron decisivos para los locales.
El estadounidense aportó un doble-doble de 16 puntos y 11 rebotes, mientras que el francés registró 18 tantos, ocho rebotes y seis asistencias para sellar la noche redonda del tridente estrella de los dirigidos por Gregg Popovich.
Los Spurs lograron su decimonovena victoria consecutiva, igualando así a los Lakers de la temporada 2001. Esa vez, los angelinos mantuvieron el título hasta lograr el título de la NBA.
Por el Thunder destacó Kevin Durant, pese a estar bastante limitado por la fuerte marca del veterano Stephen Jackson; no obstante, fue el mejor anotador por Oklahoma con 27 puntos y 10 rebotes, seguido de James Harden con 19 y Russell Westbrook con 17.
El segundo juego de la serie será mañana, cuando San Antonio vuelva a ser local y busque viajar con ventaja a casa del Thunder.