Bacanov, de 40 años de edad, se entregó a la policía en la noche del jueves y explicó que acababa de matar a puñetazos a Paul Brayette, de 61 años de edad, el quinesiólogo retirado del club de rugby local, después de que ambos hubieran estado bebiendo.
Según los primeros datos de la investigación, Brayette hizo comentarios groseros sobre la hija adolescente del ex jugador, quien perdió entonces el control y empezó a darle puñetazos.
Bacanov, de 1,80 metros de altura y 110 kilos de peso, tiene la reputación de ser un hombre violento en los círculos del rugby local.