Los escaladores costarricenses Alejandro Soto y Gino Negrini ponen su mira en impulsar el deporte de escala de gran pared en el país, donde todavía no se practica su recreamiento de forma profesional.
Ambos trepadores fueron pareja en la conquista de uno de los retos más temidos dentro del gremio escalador, cuando subieron hasta la cima de la roca El Capitán, en Yosemite Valley de California.
Desde que lograron la proeza el pasado mes de junio, Soto volvió al país con la firme intención de retornar a sus entrenamientos y promover su ejercicio, mientras que su compañero permanecerá en Canadá hasta el mes de diciembre.
El trepador alentó a que el gremio escalador en Costa Rica expanda su mirada hacia los horizontes más lejanos, pero advirtió que la preparación es fundamental.
“Por factores como la altura y la disciplina mental, El Capitán no es para todos. En el tiempo que estuvimos escalando, hubo dos accidentes de los cuales uno resultó en una muerte debido al desprendimiento de una roca”, aseveró Soto.
Por la misma razón, Negrini asegura que en el país hay mucho potencial para ejercer el deporte, pero que en el país no se presentan las condiciones ideales para su práctica.
“En Costa Rica todavía no se ha implementado la escalada en gran pared, ya que en el país no se presentan rocas con esas características. Pero la escena nacional ha ido en crecimiento”, rescató el montañero que reside en San José.
En el país, los puntos más reconocidos para la escala profesional se pueden encontrar en la piedra de granito de Pico Blanco de Escazú y cerro Pelado en Guanacaste.
Proyecto en desarrollo. Desde su regreso, Soto y Negrini conformaron un equipo con los escaladores André Brenes y Antonio Escalante, con la intención de elaborar un proyecto de escala de gran pared en el Cerro El Dragón, en el cantón de Acosta.
Los trepadores cuentan cómo siempre habían escuchado sobre este cerro, pero que fue hasta hace poco que descubrieron esta “joya”.
“Siempre nos contaban sobre El Dragón y pensábamos que era un mito hasta que lo encontramos y vimos su potencia”, contó Soto, entre risas.
El trabajo tomará mucho tiempo, ya que es un “esfuerzo de hormiga”, en el que han ido descubriendo poco a poco cómo crear la ruta para conquistar su cima.
Eso sí, aseguran que aún no cumple con las caracteristicas de El Capitán, pero que tiene particularidades especiales y que escalarlo duraría aproximadamente 4 o 5 días.
“No es tan bonito como la roca que subimos en California, pero es un bonito reto porque tiene tierra basáltica y volcánica, lo que hace que su ascenso sea emocionante e inestable”, explicaron los entusiasmados montañeros.
El proyecto ya arrancó con sus primeros pasos y se espera que sea un buen simulador de esta índole a escala, pero estará llegando a su final hasta finales del año entrante.