Cuando a Elmer Gamboa le diagnosticaron cáncer en el fémur de la pierna derecha, sintió que el mundo se le desplomó.
Para este mejenguero fue muy duro que le tuvieran que amputar esa extremidad, y durante los siguientes meses tuvo que lidiar con la quimioterapia para que el mal no siguiera consumiendo su cuerpo.
Sin embargo, esa amargura y los duros momentos quedaron de lado este domingo, cuando se convirtió en el protagonista del primer partido de la final de fútbol para amputados, al anotar el único gol con que el Real Fortaleza de Escazú derrotó 1-0 a Alajuelense.
La anotación de Gamboa fue la primera en una final de esta disciplina.
"Hace dos años me diagnosticaron un cáncer muy agresivo y por esa razón perdí mi extremidad. Fue un proceso de nueve meses en el Hospital San Juan de Dios, pero ya hoy estamos aquí sanos y salvos, haciendo lo que más me gusta: jugar fútbol", comentó el delantero de tan solo 19 años en una entrevista facilitada por el periodista del Comité Olímpico Nacional, Olman Mora.
Gamboa no puede olvidar aquellas mejengas por las tardes en su natal Desamparados con sus amigos, que le fueron arrebatadas de golpe, pero con mucha fortaleza y fe en Dios ha podido volver a las canchas y practicar un deporte al cual parecía decirle adiós.
"Mi vida era mejenguear antes del cáncer, pero ahora, por medio de este equipo, pude retomar mi vida, lo que me gusta hacer y gracias a Dios se me cumple un sueño más, porque cuando me dijeron que tenía cáncer pensé que ya no iba a poder hacer nada más, pero poco a poco uno se da cuenta que a pesar de que las cosas no te salgan bien, siempre habrá una recompensa", añadió Gamboa.
El joven delantero, quien batalló en un partido muy cerrado en la cancha de la Iglesia Vida Abundante en Coronado, comentó que el juego no fue sencillo, aunque nada se compara con el esfuerzo que ha puesto para salir adelante de su enfermedad.
"Cuando estaba en el hospital luché contra un cáncer que me quería quitar la vida, que me quería matar, pero no pudo contra mí", dijo victorioso Gamboa.
Para Elmer, el gol tiene un gran significado, porque no solo les dio el triunfo, sino además se lo puede dedicar a su padre en su día.
"Mi padre me motivó a jugar este deporte y quiero dedicarle esta victoria y este gol que anoté. Va para él y toda mi familia y para Dios que me dejó estar aquí hoy", confesó Gamboa.
El partido de vuelta será este sábado a las 7 p. m. en el Estadio Nicolás Macís de Escazú.