Yanquis y Medias Rojas están llevando palo en el Este de la Americana y comparten el sótano de una división que están acostumbrados a dominar.
Los sorpresivos Orioles de Baltimore , el excelente picheo de los Rays y la buena defensa de los Azulejos tienen mucho que ver en esto. Pero es difícil explicar cómo dos de las planillas más caras del deporte mundial se encuentran sin respuesta.
Y es que es totalmente inédito que para mayo tanto Yanquis como Medias Rojas estén tan abajo en su grupo.
Por Boston, la explicación parece ser mental, para un equipo que desde fines de la campaña pasada se cayó, al punto de perder el comodín de forma histórica ante los Rays, y que no encuentra respuesta ni con la llegada de Bobby Valentine como nuevo mánager.
En Nueva York, la explicación podría ser de edad, debido a que sus estrellas “megamillonarias” envejecieron y fueron perdiendo poder en el bate, como es el caso de Álex Rodríguez, el jugador mejor pagado de las Grandes Ligas.
Débil picheo. Lo que comparten ambas franquicias es un pitcheo paupérrimo. Tanto los Yanquis como los Medias Rojas se ubican en las últimas posiciones de todos los apartados que sirven para medir la calidad de los lanzadores.
Nueva York solo ha tenido 17 salidas de calidad en 44 juegos, ubicándose de 27 entre los 30 equipos de las Mayores.
Boston ocupa el penúltimo puesto en efectividad, permitiendo a los rivales 4,64 carreras por cada nueve entradas jugadas.
Ni monstruos del montículo como CC Sabathia (3,78 de efectividad) o Jon Lester (3,95) se están salvando de la mediocridad.