07 - 1 -2011 copa del cafe realizada en el costa rica contry club enescazu (roger benavides fonseca)
A pesar de que la mayoría de edad está lejos en sus almanaques, los tenistas extranjeros que juegan la Copa del Café son viajeros que hacen su vida alrededor del orbe.
Conversaciones por computadora, juegos de video, estudio a la distancia y muy pocas, o ninguna diversión, forman parte del equipaje que llevan estos deportistas.
“Depende de cuántos torneos tenga al año así es el tiempo que paso en mi casa, si tengo exámenes me quedo allá, pero durante los torneos estoy fuera”, indicó Anita Husaric, de Bosnia Herzegovina, mientras hablaba con sus familiares por medio de Skype.
“El año pasado jugué en México, acá, Colombia, Venezuela, Alemania, Holanda, Austria Francia, por todo el mundo”.
Con escasos 16 años, Husaric tiene claro que esta es la única forma de llegar a surgir cuando tenga edad para el profesionalismo.
Y tanto es su compromiso con el tenis que aún no tiene pensado qué carrera estudiará.
“Es muy duro estudiar y entrenar, pero trato de hacerlo, el estudio también es muy importante, aunque lo que quiero es ser profesional, no otra cosa”, comentó.
De igual forma se expresó Danka Kovinic, de Montenegro, quien ha dedicado ocho de sus 16 años a la práctica del tenis.
“Acabo de empezar la temporada y este es mi segundo torneo, estuve en México, acá, luego voy a Venezuela, me devuelvo a casa unos días y de ahí paso al Abierto de Australia”, explicó Kovinic.
Tras hacer cálculos, la montenegrina dijo que en casa pasa entre mes y medio y tres meses por año.
“Yo escogí esta vida y me encanta el tenis, quiero ser profesional”, manifestó con total convicción.
El ecuatoriano Diego Hidalgo es otro trotamundos del tenis.
“Entreno en Uruguay y cada vez que termino una gira voy a mi país, por poner un promedio, estoy allá una semana al mes”, dijo.
Hidalgo, de 17, añadió que viaja todos los meses del año y que dichas travesías son a Europa, Centroamérica y Suramérica.
“Esta vida es difícil y sacrificada, pero es lo que me gusta, por eso lo hago, esta es la única forma de llegar a ser profesional”, comentó .
Romain Bogaerts, de Bélgica, expresó que viaja cinco meses y el restante lo pasa en su país.
“Quiero terminar de estudiar y estar con mi familia pues tengo 16 años, pero creo que cuando llegue a los 18 voy a viajar más”, indicó.
Bogaerts es otro que aún no sabe cuál carrera le gustaría estudiar, pues en su horizonte solo está el llegar a tenista profesional.