Cuando Édgar Rentería participa en una Serie Mundial se encarga de decir la última palabra.
Lo hizo antenoche con el jonrón de tres carreras en la sétima entrada, que le dio el título a los Gigantes; el primero en 56 años, el primero en los 52 años de estar en el área de la bahía de San Francisco.
Ya lo había hecho en 1997, con el hit impulsador de una carrera en el undécimo inning del sétimo juego que le dio el cetro a los Marlins de la Florida, el primero de los dos que tienen los peces en su haber.
También se puede decir que tuvo la última palabra en el 2004, cuando jugaba para los Cardenales de San Luis: entonces bateó una inofensiva rola que derivó en el último
Aquel niño que debía compartir cama con sus hermanos debido a la pobreza, hoy es el hombre que comparte con Loui Gehrig, Joe Di Maggio y Yogui Berra el récord de ser los únicos que batearon en dos ocasiones el
Ojo: el orgullo de Montecristo de Barranquilla es el único que no lo hizo con los Yanquis. Ese es el beis: con un solo
A quien el lunes por la noche le dieron el premio a Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la Serie Mundial, estaba muy cerca del desempleo en enero.
Los Gigantes le abrieron la puerta, pero el 2010 estuvo lejos de ser una buen año para El Niño: las lesiones lo tuvieron a mal traer y lo hicieron pensar en el retiro.
“Este fue el año más difícil de mi carrera”, sostuvo Rentería, quien empezó su carrera en la Gran Carpa en 1996.
Los números le daban la razón, a su pesar: jugó 72 juegos –la menor cantidad desde su primer año– por culpa de dolencias en la ingle, bíceps izquierdo y codo.
Apenas produjo 22 carreras y dio tres jonrones.
Inclusive estuvo en el banco durante los primeros cinco juegos de la postemporada.
Rentería confesó, apenas el domingo, que solo se sintió saludable en la última semana y media.
Castigado por el dolor físico, lo llevó a sincerarse con sus compañeros: el 23 de setiembre les dijo que creía que este era el año del adiós..., y se puso a llorar.
El paracortos despertó justo en el desafío ante los Rangers: en los cinco juegos de la Serie tuvo un promedio de .412 (siete
“Puedo dar fe de que Édgar ansiaba mucho esto. No fue hace poco que me dijo: quiero ganar otra Serie Mundial”, recordó el lunes su mánager, Bruce Bochy.
Si se revisan las cifras acumuladas de sus tres Clásicos de Octubre veremos que son más que respetables: .333 de promedio (
Además, cuenta con cinco participaciones en Juegos de Estrellas y dos Guantes de Oro.
Y ayer mismo se abrió el debate acerca de si es el mejor deportista colombiano de todos los tiempos; tendría que competir con leyendas como el boxeador Kid Pambelé, los ciclistas Lucho Herrera y Cochise Rodríguez o el futbolista Carlos Pibe Valderrama.
El tema del retiro salió a colación en medio de las celebraciones.
“No sé. Voy a pensarlo y ver qué sucede. Ahora quiero seguir gozando”, comentó. Se consultó