Redacción
No es fácil cumplir la premisa de ganar, gustar y golear, pero al menos se puede intentar. A eso aspira la Sele de fútsal de Costa Rica que se propone ganar el título del premundial en casa, obtener el boleto a la cita de Colombia y de paso mostrar en la cancha lo mejor sus futbolistas: el regate y el espectáculo.
La Nacional viene de mostrar un alentador rendimiento en la gira de fogueos por Argentina, en donde disputó cinco compromisos, con victorias ante los clubes Regatas (6-1) y Newell's ( 4-2); empates frente a Unión Sionista (2-2) y la Selección Sub-20 de Argentina (0-0); y una caída frente a la selección albiceleste (2-4), octava del mundo.
El timonel de la Mayor, Diego Solís, dice que en suelo ché resaltaron la habilidad del futbolista tico para quitarse las marcas y perfilarse al marco contrario.
Esta es la esencia que destaca al plantel que se medirá con Cuba, Curazao y al ganador del repechaje entre Estados Unidos y Canadá en la primera ronda del certamen eliminatorio.
"La idea es estar ordenados, pero también se quiere jugar bien. En Argentina nos resaltaron ese punto, no esperaban que los costarricenses fueran tan hábiles. Les sorprendió que se tuviera tan buena técnica. Al tico le gusta el espectáculo, pero primero está sacar el resultado y después lo demás", explicó el entrenador Diego Solís.
El fútsal argentino ofrece dos características: buen dominio del balón y un juego muy físico. Para la Tricolor era clave afrontar a adversarios que pudieran exigir ese estilo de contacto, sobre todo porque en la fase de grupos del premundial se medirán con dos equipos del caribe, en los que predomina el choque.
"Los argentinos juegan fuerte, saben jugar, pero son mañosos y tienen espuela. Es toda una escuela a nivel internacional y aquí lo importante es que los muchachos se enfrentaron a equipos más agresivos de lo que están acostumbrados", recalcó el director de selecciones nacionales de fútsal, Carlos Quirós.
En el cuerpo técnico de la Nacional notaron un crecimiento en tres aspectos: la dinámica con el balón, el orden defensivo y el desarrollo individual de algunos futbolistas.
De acuerdo con el programa de estadísticas que lleva la Fedefútbol, la Nacional generó entre 27 y 30 acciones de peligro en cada compromiso.
En la gira figuraron hombres como Diego Zúñiga, Víctor Fonseca y Adonai Vindas. Incluso, el primero destacó por un gol que ya es un sello de la casa: la Cuchufleta; un enganche con la izquierda, en el que se deja el balón entre las piernas y luego remata mediante una rabona.
Sin duda, el talón de aquiles del plantel fue la definición, por lo que el cuerpo técnico se dedicará a mejorar este aspecto antes del debut de la Tricolor, el 8 de mayo, cuando se enfrente al ganador del repechaje entre gringos y canadienses.
Contra la selección juvenil de Argentina se pronunció aún más este problema, pues la Sele generó claras ocasiones de peligro, pero no pudo mandarlas a la red.
Según Quirós, al equipo se le facilita generar un fútbol elaborado, de entre 6 y 10 pases antes de rematar a puerta.
Por las características de los futbolistas, la posesión de balón y la jugada individual son parte del libreto habitual del combinado Mayor.
"No les pica el balón. Ellos saben elaborar, tienen paciencia para retener la pelota", agregó Quirós.
En el último cotejo de la gira, la Nacional cayó 4 por 2 ante la selección mayor albiceleste, sin embargo, el cuerpo técnico está satisfecho con el accionar del plantel.
En gran medida, porque la Tricolor se le plantó al segundo mejor equipo de América y octavo del ranquin mundial.
Planificación. En suelo argentino, la Selección disputó cinco compromisos amistosos, el mismo número de juegos que si Costa Rica avanza a la final del torneo eliminatorio.
El objetivo era realizar un simulacro de lo que podría ser el Premundial. A este certamen Costa Rica llega como favorita debido a su localía y a que es la actual monarca de la región.
El archirrival del área es Guatemala, que encabeza el otro grupo eliminatorio, en el que se medirá con México, Panamá y el ganador del repechaje entre Honduras y Trinidad y Tobago.
En los papeles, ticos y chapines se toparán en la gran final del certamen, repitiendo lo que fue la última disputa por el título del área en suelo guatemalteco en el 2012; en esa ocasión, la Sele se dejó la corona ante un gimnasio repleto de chapines.
Esta vez, las aspiraciones son igual de altas, pero en el BN Arena de Hatillo, ante su gente.