Santa Bárbara agrega una sexta estrella al hilo

Santa Bárbara. El sexteto de Bridgestone Santa Bárbara extendió un año más su hegemonía en el voleibol femenino al vencer anoche, 3-0 (25-13, 25-21, 25-11), a Goicoechea, en el segundo juego de la final del Torneo de Clausura 211.

Las barbareñas dejaron el asunto finiquitado sin necesidad de una final de temporada, ya que ganaron la ida de esta serie (1-3) y se anotaron también el Apertura.

El juego de anoche se realizó en el gimnasio del Liceo de Santa Bárbara a partir de las 7:30 p. m.

Las ahora hexacampeonas llegaron a su reducto sin la mínima intención de tolerar una sorpresa desagradable de las guadalupanas; por eso desde el “vamos” del primer set tomaron las riendas del cotejo, tanto en la fase defensiva como en la parte ofensiva.

Anonadadas, las de Goicoechea se quedaron sin respuestas, ante el disgusto de su entrenador, Andrés Carvajal, cuyos dos “tiempos fuera” no le sirvieron para torcer el destino de este primer set.

De hecho, hay que decir que las barbareñas se lo dejaron con bastante comodidad y con poca resistencia de su rival.

Las visitantes mejoraron notablemente en el segundo set, a pesar de que empezó muy parecido al inicial. Se sacudieron una desventaja que llegó a ser de 12 puntos y se acercaron a un estrecho 23-20.

Ahí fue el punto del juego en el cual Santa Bárbara volvió a caer en la cuenta de que no tenía nada ganado en el partido; apretó clavijas en el ataque y se dejó la segunda manga del duelo.

Definitivo. El tercer set fue la sentencia para el hexacampeonato: el fervor barbareño por darle “mate” al asunto supo sortear el empeño de Goico por torcer el destino que se les venía encima.

Sin embargo, remar contra la corriente nunca fue sencillo en deporte alguno y a las guadalupanas las “mató” la ansiedad.

Con la tercera manga del lado de Santa Bárbara por 16-10, las sonrisas, de un lado, y las caras largas, del otro, indicaban a las claras por dónde iba la procesión.

El resto del set fue la confirmación, casi de trámite, para la sexta corona de las muchachas dirigidas por Julio Alfaro.

¡Salud, campeonas!