Sachia Vickery es la nueva reina al vencer en festival de quiebras

Escazú. La estadounidense Sachia Vickery se proclamó anoche como nueva reina de la Copa del Café al vencer en la final a su coterránea Christina Makarova con parciales de 7-5 y 6-1 en la cancha-estadio del Country Club, de Escazú.

El juego fue una muestra de buen tenis, matizado por un festival de quiebras de ambas partes.

En el primer set, las dos jugadoras ganaron su saque inicial, pero a partir de allí comenzaron los volteretas. Empezó Makarova, para ponerse 2-1, pero de inmediato Vickery respondió para el 2-2.

Makarova volvió a quebrarle el servicio a su oponente (3-2), nueva quiebra de Vickery (3-3), otra voltereta de Makarova (4-3), quien luego ganó su servicio para poner 5-3.

Vickery tomó un nuevo aire y pese a ser amonestada por protestar airadamente decisiones de los jueces, consiguió dos nuevas quiebras e impuso su servicio hasta quedar 6-5 a su favor.

El último game de esta manga fue particularmente emotivo, pues el público, que se volcó a favor de Vickery, pedía con palmas que acabara de una vez el set.

Y lo hizo con soberbio remate cruzado para zanjar el primer episodio con pizarra de 7-5.

La definición. En la segunda manga, Makarova intentó responder y logró quebrar el primer servicio, pero Vickery ya estaba destinada a ceñirse la corona del torneo y nunca más volvió a perder un game.

La nueva monarca hizo tres quiebras y ganó tres veces su servicio para conquistar la manga, 6-1.

“Tuve la ventaja durante todo el partido y quizás eso se deba a que tengo más experiencia que Makarova. Además, yo he estado jugando todo el año y eso ayuda”, afirmó Vickery poco antes de recibir el trofeo como ganadora del certamen.

La vencedora descartó que el haber jugado (y perdido) la final de dobles pocas horas antes de la de sencillos hubiese mermado sus fuerzas en la final.

“Eso no es posible, pues la mayorías de las tenistas que estamos aquí (en la Copa) acostumbramos a jugar así, continuamente”.

Makarova, tercera favorita del certamen por ser la 50 del mundo, venía de derrotar, el sábado en semifinales, a su compatriota Jennifer Brady, 6-4 y 6-3.

La otra semifinal femenina no se jugó por lesión y Vickery (quinta sembrada y 80 del orbe) avanzó sin tropiezos, pues su oponente, la sueca Rebecca Peterson, no se presentó al partido por una lesión.

La final Sub-14, entre los ticos Gonzalo Adis y Eduardo Camacho, la ganó el primero, 7-5, 4-6 y 6-1. Al cierre de esta nota se jugaba la final masculina, entre Noah Rubin y Connor Farrer, ambos de EE. UU.