A los 42 años, el interminable Ricardo Harris Archivald sueña con llegar a la Selección Nacional de fútbol playa y, por qué no, asistir a un mundial en esta disciplina, la cual empezó a jugar después de su retiro del balompié de la Primera División, en diciembre del 2005, cuando tenía 41 años. El limonense alzó el título de campeón en diciembre, con el equipo de Limón, que venció a su similar de Punta Leona.
¿Algún día pensó que tras su retiro del fútbol iba a practicar el fútbol playa y que sería campeón nacional?
Aunque usted no lo crea, lo primero sí fue algo que llegué a considerar. Incluso, lo medité varias veces cuando aún era jugador del equipo de Limón FC. Incluso, casi que estaba a la espera del retiro para comenzar con la nueva disciplina. Lo de salir campeón, honestamente no lo había pensado.
¿Había practicado anteriormente el fútbol playa?
Claro, de niño, obviamente, sin acatar ningún tipo de reglas como tengo que hacer ahora para jugar en el campeonato nacional. Simplemente lo hacía como cualquier chiquillo, solo con la intención de divertirse sanamente con los amigos.
¿Le costó adaptarse a esta nueva modalidad de fútbol?
Pues claro, especialmente en lo que corresponde al reglamento. Podría poner el ejemplo del manejo de los tiempos para hacer los saques de banda, despejar el balón del área y el cobro de los tiros libres.
¿Cuánto tiempo le llevó?
Creo que al menos durante los tres primeros juegos, ya que me sentía inseguro y titubeaba. Uno se medía. Luego, con la ayuda de mis compañeros me fui acostumbrando a esos cambios y lo demás fue fácil.
¿Qué posición juega en el fútbol playa?
Actúo como defensa central y por las bandas, de acuerdo con las instrucciones que me da el profesor (Ariel Castillo, entrenador de Limón).
¿Cuál fue el mejor momento en el campeonato?
Uno de ellos corresponde al primer juego de la final. Íbamos 0 a 0 frente al equipo de Punta Leona y anoté el primer gol del partido, que fue el que abrió el camino hacia el título.
”Otro momento particularmente emotivo tuvo lugar en un juego en Puntarenas, donde tuvimos que enfrentarlo con solo tres jugadores (de los cinco que deben hacerlo) porque el bus que traía al resto de los compañeros no llegó a tiempo debido a un desperfecto. El partido teníamos que ganarlo; no lo conseguimos por ese aspecto, pero me emociona el recuerdo con la garra y responsabilidad que lo asumimos.
¿Lo ilusiona llegar a la Selección de fútbol playa?
Claro, por qué no. Ese es un grupo al cual todo deportista quiere llegar sin importar el deporte que representa. Además de formar parte de los mejores, uno también tiene la posibilidad y el orgullo de representar al país.
¿Cómo vislumbra la posibilidad de ir a un mundial?
No descarto esa probabilidad de ir a un mundial. Los sueños son alcanzables con trabajo. Intentaré siempre hacer las cosas lo mejor posible. Es algo que todo jugador sueña en su carrera.
El entrenador de fútbol playa de Limón colecciona cetros
Ariel Castillo es un coleccionador de títulos con el equipo de fútbol playa de Limón.
En su historial cuenta con uno que ganó como jugador y otros cuatro como entrenador, entre ellos, el conseguido en diciembre anterior ante el conjunto de Punta Leona.
Para él, este último campeonato es el que mejor le sabe.
"Significó el bicampeonato y resultó más difícil de alcanzar que el anterior", expresó.
Castillo es profesor de Educación Física en los colegios de Liverpool y Valle de la Estrella.
Sobre la dificultad para lograr el bicampeonato, el técnico explicó que empezaron el torneo con una pésima curva de rendimiento.
"Esto fue porque el anterior torneo lo terminamos muy bien, pero nos fuimos a vacaciones si hacer nada", admitió.
Para Castillo, la principal fortaleza del equipo es la mezcla idónea entre jugadores de mucha experiencia y novatos.
Ariel Castillo es un coleccionador de títulos con el equipo de fútbol playa de Limón.