Hoy se habla con tanto acento latino en las Grandes Ligas que es curioso el dato de que solo dos serpentineros venidos del sur del río Bravo hayan logrado la hazaña de un juego perfecto. Pero precisamente así es la perfección, esquiva de alcanzar y muchas veces azarosa.
Tan esquiva es que son pocos los hombres que se atreven siquiera a soñar con ella. Félix Hernández no soñaba con un juego perfecto; la idea lo obsesionaba, le perseguía como un fantasma que le recordaba que le faltaba la joya más hermosa de su corona.
El miércoles 15 de agosto del 2012, el Rey Félix dejó de preguntarse si el próximo juego sería su juego perfecto. Se convirtió en el segundo latinoamericano en lanzar un partido completo, las nueve entradas, sin que bateador alguno le pegara hit o se embasara. Los 27 outs en fila, uno tras otro.
“Siempre lo tenía en mente, en cada juego. Tengo que lanzar un juego perfecto. Es algo que cada pitcher aspira”, dijo Hernández. “Hoy (15 de agosto) ocurrió y es algo especial. No tengo palabras para explicarlo. Esto es muy grande. No pasa todos los días”.
Fue el primer juego perfecto para los Marineros de Seattle y apenas el 23 en Grandes Ligas. El tercero de este 2012 de dominio del montículo.
El venezolano lo hizo de forma más que memorable para el triunfo 1-0 de su equipo sobre los Rays de Tampa Bay. Ponchó a 12, seis de ellos en fila y cinco entre los seis outs finales del encuentro.
Ahora Hernández se codea con la leyenda de otro grande. El nicaraguense Dennis Martínez había sido el único latinoamericano con un juego perfecto reconocido en la Gran Carpa.
El pinolero hizo su hazaña con uniforme de los Expos de Montreal el 28 de julio de 1991 ante la novena de los Dodgers de Los Angeles.
Dennis fue orgullo patrio de su país al convertirse en el primer nicaraguense en debutar en las Grandes Ligas de Beisbol.
Martínez nunca ganó un Cy Young reconociéndolo como el mejor pitcher de la temporada, pero estuvo cerca. También fue seleccionado a cuatro juegos de estrellas y conquistó algo que por ahora se ve muy poco probable para Hernández: un título de Serie Mundial, con los Orioles en 1983.
Los juegos perfectos no oficiales de latinos son del dominicano Pedro Martínez, a quien le pegaron un doble en la décima entrada tras pitchear nueve innings sin mácula y el venezolano Armando Galarraga, a quien un error arbitral lo privó de la gloria deportiva. Se utilizó información de la agencia