148073100 US swimmer Michael Phelps competes in the men's 400m individual medley final swimming event at the London 2012 Olympic Games on July 28, 2012 in London. AFP PHOTO / MARTIN BUREAU (MARTIN BUREAU)
Londres. AP . Hoy se podría saberse si la pobre actuación de Michael Phelps en su debut en los Juegos Olímpicos de Londres fue tan solo un episodio aislado o el principio del fin.
Phelps corre los 200 estilo libre a las 8 a. m. en la piscina olímpica, la misma que lo vio sufrir en el octavo carril el sábado, en que terminó cuarto en los 400 metros de estilos combinados y no subió al podio por primera vez en sus últimas 16 pruebas olímpicas.
El estadounidense se había clasificado a la final raspando y pronto se vio que ello no era casualidad. En la final nunca estuvo en la pelea y terminó a más de cuatro segundos de su compatriota Ryan Lochte, que se llevó el oro.
“Es frustrante empezar con una nota negativa como esta”, se lamentó Phelps.
Probablemente el mejor nadador de la historia, dueño de 14 medallas olímpicas de oro –récord absoluto de este deporte– competirá en siete pruebas en total.
Necesita dos preseas más, de cualquier metal, para superar a la gimnasta soviética Larisa Latynina, quien encabeza la tabla.
En una jornada que promete pocas emociones grandes, Phelps acaparará toda la atención.
El nadador dijo que se retirará después de estos juegos y la afición quiere saber si su ilustre historia tendrá un final digno o si su carrera cerrará rodeada de amargura.
Phelps tiene por delante tres pruebas individuales, incluida los 200 combinados, en la que volverá a toparse con su compañero Lochte.
Por otra parte, ayer Francia se proclamó por primera vez en su historia campeona olímpica de la prueba masculina de relevos 4x100, mientras que Michael Phelps ganó con la plata de Estados Unidos su medalla olímpica 17.
Con un registro de tres minutos, nueve segundos y 93 centésimas, los franceses liderados por Yannick Agnel y Amaury Leveaux superaron por 45 centésimas al cuarteto estadounidense.
De su lado, los grandes favoritos australianos, con James Magnussen, se quedaron con el bronce.
La apasionante final en el Centro Acuático de Londres fue un remake de la celebrada cuatro años atrás en el Cubo de Pekín, pero esta vez fueron los franceses los que arrebataron el oro a los estadounidenses en los últimos metros.1