Ciudad del Cabo, AFP - El juicio contra el periodista británico que supuestamente organizó la intrusión de un hincha en el vestuario de la selección de Inglaterra tras un partido del Mundial de futbol de Sudáfrica 2010, se fijó para el sábado, informaron ayer fuentes judiciales.
La fiscalía, que rechazó ayer los argumentos en defensa del abandono de los cargos, indicó por medio de Billy Downer, de los servicios de la abogacía del Estado de la provincia de Western Cap (suroeste), que “el proceso puede comenzar”.
El periodista Simon Wright, del semanario Sunday Mirror, está acusado de haber ayudado al hincha inglés Pavlos Joseph a esconderse cuando lo buscaba la policía, por lo que se le acusa de dificultar el trabajo de la justicia, además de violentar algunas leyes de inmigración sudafricanas.
Furioso por el rendimiento de Inglaterra frente a Argelia, en el empate sin goles del 18 junio, en un choque de la fase de grupos, Joseph aprovechó para irrumpir en el vestuario de su combinado y protagonizó una breve discusión con el astro David Beckham, sobre el juego “miserable” de los Pross.
Beckham no jugó en el campeonato sudafricano por estar lesionado, pero estuvo durante la concentración de los ingleses para brindar motivación a los jugadores.
Dos días más tarde, el Sunday Mirror publicó una entrevista con el aficionado, de 32 años y que señaló que se encontró con el vestuario mientras buscaba los servicios sanitarios del estadio Green Point.
Para el jefe de la policía sudafricana, Bheki Cele, el periodista orquestó el incidente para demostrar las muchas carencias que existen a nivel de seguridad en los estadios del Mundial sudafricano.
El abogado del periodista, William Booth, declaró que no había ninguna prueba de una eventual confabulación entre su cliente y el hincha, para meterse a los camerinos de la selección inglesa.
Pavlos Joseph escribió una carta que lo indica, según la defensa del profesional de la información.
El aficionado fue condenado el pasado 30 de junio a pagar una multa de 100 dólares (79,3 euros) por haber entrado sin autorización en los vestuarios de Inglaterra.