148073182 Egypt's Hussein Hafiz (white) competes with Costa Rica's Osman Murillo (blue) during their men's -73kg judo contest match of the London 2012 Olympic Games on July 30, 2012 at the ExCel arena in London. AFP PHOTO / JOHANNES EISELE (JOHANNES EISELE)
Londres. Osman Murillo se convirtió ayer en el intento número 15 que hace el judo costarricense de lograr una victoria en los Juegos Olímpicos, y al igual que sus antecesores, falló en la misión.
Murillo perdió ante el egipcio Houssein Hafiz apenas en su primer combate, por lo que se despide de los Juegos sin cumplir con el objetivo con que había soñado: darle al judo su primera victoria en una Olimpiada.
El tico no desentonó en el combate, aunque tampoco tuvo opciones claras de marcarle un punto a su rival, quien aparece en el puesto 22 del ranquin mundial de los 73 kilogramos, actualizado al 24 de este mes. Murillo está de 156.
La pelea comenzó a las 11:10 a. m. (4:10 a. m., hora de Costa Rica), en la Arena 2 Norte del Centro de Convenciones Excel, ubicado en la localidad de Docklands.
Desde el principio Murillo se vio cauto, quizá por temor a lo que pudiera hacer su contrincante con la mano izquierda, ya que el tico tenía esa preocupación muy pendiente.
Al minuto y 43 segundos del combate (en judo se pelea durante cinco minutos de tiempo efectivo) a Osman le señalaron un shido por poca combatividad, penalización que marcan los jueces cuando el judoca se queda en posición defensiva por más de cinco segundos.
Esto se repitió a los 2 minutos con 55, por lo cual a Murillo lo sancionaron con un punto en contra, ya ahí iba perdiendo la batalla 0-1.
Duda. Sin embargo, la jugada que marcó el resultado final se produjo al 3:21, ya que Hafiz obtuvo un waza-ari (10 puntos), que se presenta cuando se logra hacer caer al rival sobre un costado del cuerpo.
Fue un fallo tan cerrado que los tres jueces que están en el terreno (tatami) se reunieron para deliberar y necesitaron que el cuarto juez hiciera la revisión del video en cámara lenta para dar la anotación.
Esto dejó a Murillo en una desventaja muy marcada de 0-11 y por eso salió desesperado a buscar un ippon (cuando se hace caer al rival completamente sobre la espalda, acción que da por concluida la pelea) para darle vuelta al choque.
Sin embargo, el tico recurrió a una nueva falta, esta vez a una que se conoce como falso ataque, que se produce cuando un judoca amaga con que va a atacar y no lo hace.
Fue el tercer shido que recibió Osman y ahí se terminó la lucha para él, pues tres shido significan un waza-ari y si un judoca recibe dos waza-ari, pierde el combate.
Faltaban 39 segundos de pelea cuando finalizó el sueño de Murillo de romper los 48 años de frustraciones que arrastra este deporte en unos Juegos Olímpicos.
“Obviamente no estoy satisfecho, pude haberlo hecho un poco mejor, siempre es duro perder en estos escenarios, soñaba con pasar a la segunda ronda”, dijo un Murillo visiblemente contrariado.
El costarricense considera que no se vio tanta diferencia entre él y el campeón africano, aparte de que cuestionó el fallo de los jueces en el primer waza-ari.
“No era waza-ari, por eso ellos dudaron, el árbitro del centro dudó, pero los de los lados dijeron que era waza-ari. Son decisiones arbitrales”, se quejó su padre, Omar.