Barcelona, España. AFP El español Rafael Nadal ganó por sétima vez el torneo Conde de Godó en Barcelona, tras vencer ayer en la final a su compatriota David Ferrer por 7-6 (7/1) y 7-5, una semana después de imponerse en el Masters 1.000 de Montecarlo.
Nadal, quien venció con apuros la primera manga, demostró su superioridad en tierra batida y se deshizo de Ferrer en 2 horas y 40 minutos de juego, revalidando un año más su título, el sétimo que logra en Barcelona y el número 34 conquistado en su superficie favorita, más cerca de los cosechados por el austriaco Thomas Muster (40) y el argentino Guillermo Vilas (45).
Nadal y Ferrer ya habían disputado tres finales en la Ciudad Condal, en el 2008, el 2009 y el 2011, todas ellas con triunfo del balear, por lo que el alicantino partía con el objetivo de dar la sorpresa y cambiar el guión establecido hasta la fecha.
Ambos comenzaron el encuentro cometiendo errores y cediendo un servicio cada uno y el de Jávea fue mejor en los primeros compases, donde mostró confianza en el intercambio de golpes desde el fondo de la pista y planteó dificultades a Nadal, incluso llegó a disponer de cinco bolas de set.
Nervios. Pero los nervios le jugaron una mala pasada y el manacorí, que las salvó todas, terminó haciéndose con el control y adjudicándose la primera manga tras un dominio absoluto en el tie-break.
En la segunda manga, Ferrer no se rindió y trató de oponer resistencia, pero Nadal no le dio opción y se alzó con su victoria 34 de forma consecutiva en el torneo barcelonés.
Su éxito en la Ciudad Condal, unido a su triunfo de la semana pasada en Montecarlo, afianza aún más la candidatura de Nadal como favorito para la edición de este año de Roland Garros, en París, su torneo predilecto, con permiso del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
“Ha sido un gran partido contra Ferrer. Los dos hemos merecido ganar, pero en los momentos más importantes me sonrió la fortuna. Lo siento por él, porque se merece ganar aquí más que nadie, pero me siento muy feliz”, expresó un satisfecho Nadal tras el partido.