El histórico boleto al Mundial Femenino de Canadá 2015 traerá consigo un reto que va más allá de lo deportivo: es, se mire por donde se mire, un desafío para el que Costa Rica ahora mismo no está preparada.
La goleada de Estados Unidos en la final (6-0) le dejó a la Tricolor apenas una probada del nivel que convocará una cita donde se reúnen las grandes potencias de la disciplina, tierra inhóspita cargada de estructuras que hace muchos años están en este negocio.
Eso lo sabe el técnico Carlos Avedissián y todavía más el resto de sus seleccionadas, pero aún debajo de esa consciencia existe una barrera que va más allá de las ganas y el deseo, es la realidad de un balompié que no tiene ni los espacios ni los recursos para prepararse, a tono, con esa exigencia.
A este momento la Fedefútbol no tiene el presupuesto para planificar esa preparación, que por ejemplo debería incluir fogueos ya no con equipos universitarios sino con selecciones de renombre.
“El biotipo no sale de la noche a la mañana, entonces hay que trabajar en preparación, en ritmo de competencia y eso no lo vamos a conseguir con fogueos en universidades ni con una semana de trabajo”, señaló Avedissián.
Eduardo Li, presidente de la federación, se comprometió de inmediato a tratar de atraer esos dineros desde la empresa privada, una tarea que como él bien dijo debería revestirse de un interés país.
“Necesitamos buscar el apoyo para que el fútbol femenino crezca, a todo el mundo le gusta el buen fútbol pero necesitamos el apoyo financiero para que eso pase. Hacemos por eso un llamado a la empresa privada para que apoye a estas muchachas y al fútbol femenino, no solo la masculina existe.
“A corto plazo hay que hacer un esfuerzo importante, porque la clasificación es importante y tenemos que buscar ese apoyo, independientemente de cómo sea”, aseguró.
Tiempo. Pero aunque las ganas, el compromiso y el dinero estén, a la Selección Femenina todavía le faltaría algo primordial: el tiempo necesario para trabajar.
Al día de hoy el calendario de la liga femenina no incluye por ejemplo los espacios para la disputa de un Mundial y por consiguiente tampoco la exigencia a los clubes para ceder a sus jugadoras.
“Lo primero es hablar con la liga porque ellos son los encargados de hablar con los equipos. Nosotros siempre hemos respetado a los clubes porque respetamos que las jugadoras son de ellos, pero creo que podemos buscar en conjunto algo que sea bueno para el fútbol de Costa Rica, porque al final también está la imagen de ellos en juego.
“Queremos ver cómo hacerlo, ver si se hace un apertura y un clausura o alguna forma que nos dé un espacio idóneo para prepararlas, porque los equipos lo hacen bien, pero todos por separado, entonces es esa necesidad de trabajar en conjunto”, señaló Avedissián.
Para conseguir todo eso quedan menos de ocho meses, el pequeño espacio que decidirá mucho de cómo será la aventura de la Femenina en su histórico primer Mundial.