Londres. César Lizano era la última esperanza de que un atleta tico lograra al menos superar su tiempo de inscripción para Londres.
Pero, al final, el maratonista no pudo cumplir esa meta, que de paso le habría permitido superar la major actuación de un costarricense en una maratón olímpica.
Ese honor le seguirá perteneciendo a José Luis Molina, quien en los Juegos de Atlanta 1996 terminó de 24 con una marca de 2 horas, 17 minutos y 49 segundos.
Lizano llegó a Londres con un tiempo de presentación de 2:17:50, registro conseguido en Chicago el año pasado. Estaba a dos segundos de dejar atrás a Molina.
Sin embargo, se quedó muy lejos de conseguirlo, pues acabó la carrera de 42 kilómetros y 195 metros con una marca de 2:24:16, en el puesto 65 de los 85 que terminaron.
Otros 20 fondistas no cruzaron la meta, según los expertos por la fuerte temperatura, que osciló entre los 25 y 26 grados centígrados.
Al menos no llovió, que era una de las preocupaciones del corredor y de su entrenador, el estadounidense Mario Fraioli.
Ritmo. Lizano logró comenzar la maratón como había planeado, a su paso, para luego tratar de mejorar su posición.
En los primeros cinco kilómetros César pasó en el puesto 100, el más malo que tuvo ayer.
A partir de ahí comenzó a ganar posiciones lenta pero firmemente: fue 95.° a los 10 km.; 89.° a los 15; 83.° a los 20 y 81.° al completar la mitad del recorrido.
En ese lapso su tiempo era de 1:09:13, con una diferencia de 5:13 con respecto al puntero de ese momento, el keniano Wilson Kipsang Kiprotich, quien a la postre fue medalla de bronce.
El plan de César era que a partir de ahí correría con el corazón para lograr su objetivo de mejorar su marca, pero le faltaron piernas.
El propio fondista reconoció que hubo factores que lo afectaron, como “aliarse” a grupos que no le ayudaron en sus propósitos.
Finalmente, pudo avanzar algunos lugares hasta llegar al 65, pero su tiempo estuvo lejos de sus planes y su resultado se convirtió en una actuación deslucida.