El año 2012 estaba dibujado de manera muy diferente en la mente del presidente del Liceo de Costa Rica, Guillermo Rodríguez.
Hoy, diez semanas después del arranque de la presente temporada, este es el punto en el que se encuentra el quinteto rojo: “Estamos sobreviviendo. Con los patrocinios al día, tomaremos decisiones para el Clausura, cuando se abra de nuevo el mercado”, aseguró ayer Rodríguez.
Sin jugar la primera fecha del certamen, los liceístas sufrieron la desbandada de varios jugadores, molestos por la falta de pago. Incluso el técnico, Luis Blanco, se fue del cuadro por la misma razón.
“En este momento tenemos los salarios de marzo al día; debemos los meses de enero y febrero, pero los vamos a pagar cuando el campeonato concluya”, aseguró Rodríguez, quien asumió la presidencia del club el año pasado, en medio de una severa crisis que amenazó su continuidad en la Primera.
De un tiempo para acá, decir Liceo en el baloncesto se hizo sinónimo de incumplimiento.
“Estamos limpiando la casa, con la ayuda de los patrocinadores que volvieron a confiar en nosotros”, aseguró.
“Claro que el nombre del Liceo se deterioró y se quedó con la cara sucia; pero nosotros la estamos limpiando y estamos tapando huecos y deudas viejas, que no eran de nosotros, pero que asumimos, repito, con la ayuda de los patrocinadores”, aseveró Rodríguez.
Baja. El presidente liceísta aseguró que el jugador Franklyn Ferguson no seguirá con el Liceo.
“El equipo que lo quiera deberá pagarnos el fichaje (cuya suma se reservó)”, explicó.
Ferguson es uno de los jugadores más dominantes aparecidos en el baloncesto costarricense de los últimos diez años y fue capitán de Ferretería Brenes Barva en los dos primeros cetros del hexacampeonato de los heredianos.
“Lo que sucedió es que no fue una buena decisión irme para el Liceo, por el desorden.
“Tampoco sentí conveniente irme para Cartago, por lo que tomé la decisión de no jugar en el Apertura y esperarme al Clausura”, comentó Ferguson.