Liceo de Costa Rica volvió por sus fueros tras horrible cadena de cinco reveses y doblegó dos carreras a cero a los noveles Huracanes, con oportuna ofensiva propia y excelente lanzamiento del derecho Juan Barrera, quien solo cedió dos hits y abanicó a diez rivales.
Esto sucedió en el Parque Escarré, pero en el diamante 6 de La Sabana, los Tiburones dieron cuenta de los Dantos 12-9. Igual a los liceístas, los escualos también afianzaron el boleto de las semifinales, a partir del 28 de mayo.
Barrera se convirtió en fiel stopper , o sea, la expresión del lanzador que se caracteriza por frenar las malas actuaciones y encauzar a sus equipos hacia la victoria.
“Debemos agradecer al señor Heiner Ugalde, presidente del Comité Cantonal de San José y quien fuera miembro de la directiva del deporte liceísta, pues de su propio peculio nos ha ayudado para salir avantes”, manifestó Roberto Soto Masey, entrenador del cuadro rojo.
El partido Liceo-Huracanes tuvo la tónica de los equipos jóvenes: excelente dinámica y escasa duración, de solo una hora y cinco minutos, gracias además a la buena administración del encuentro por parte del umpire Óscar Oramas, uno de los mejores árbitros del circuito centroamericano.
El slump o colapso, eso inexplicable y difícil de solventar en el beisbol, tuvo su buena consecuencia para el Liceo, que en el segundo juego del doble de ayer en el Escarré, explosionó con nocaut 13 a 3 sobre Heredia, cimentado en jonrón con bases llenas de Ramón Flores, cuadrangulares de Carlos Soto y Ernesto López, triple remolcador del designado Greg Lajoie y doble y sencillo de Jonathan Quirós.