Ron Artest agregó 15 puntos para los Lakers, que alejaron la posibilidad de ser eliminados anoche al adquirir una rápida ventaja de 22 puntos durante una deslumbrante primera mitad.
Con sorprendente facilidad, los actuales campeones extendieron la final al límite por primera vez desde el 2005.
La defensa, el rebote y el poderío del banquillo fueron cosa de los Lakers, al contrario de lo que ocurrió en los últimos dos emparejamientos, jugados en el TD Garden.
En Los Ángeles, el público, enfebrecido e hipnotizado por el majestuoso arranque de Kobe Bryant, prácticamente llevó en volandas a los suyos hasta la victoria.
Un campeón será coronado hoy en el Staples Center, la sede del equipo californiano, que es dirigido por Phil Jackson.
Ray Allen anotó 19 puntos para los Celtics, que sufrieron un feo tropezón cuando estaban a punto de ganar su 18° título, una cifra sin precedentes en la historia de la NBA. Resulta que sus añejos rivales sí se están tomando en serio el obtener su 16° campeonato.
Si el equipo de Los Ángeles se impone mañana, en el partido que comenzará a las 6 p. m., hora californiana (7 p. m. de Costa Rica), entonces quedará a solo un cetro de darle caza a sus archirrivales.
En la última ocasión en que definieron el título, en 2008, los Celtics ganaron la final por 4-2, pero en aquella ocasión resolvieron la serie como locales.