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Javier Angulo junto a su esposa, Melissa Tupper, y sus hijas Nicole (centro) y Victoria (der.). (Albert Marín)
Javier Angulo es un jugador costarricense de fútbol playa que rompe con paragidmas, pues este año cumplirá su sexta temporada como legionario en Suiza; de hecho, es el único tico que juega en el exterior.
Aunque en Estados Unidos estuvo Henry Pacheco, el nacional volvió al país hace poco para vincularse este año con Escazú.
La historia de Angulo empezó en 2011, cuando debutó en una de las ligas más famosas del Viejo Continente.
Para este año cambiará de equipo, por lo que sumará el tercer club suizo en su carrera. En 2011 jugó para el Beach Soccer Club de Zúrich, en 2012 pasó al Beach Kings de Lucerna y este año estará con el Bienne Hatchets de Berna.
"Después del Mundial 2009 en Dubai hice varios contactos, compartí con gente de todos los países y después salió la oportunidad de jugar allá", aseguró Angulo.
El torneo se disputa en verano, pues el invierno tiene momentos tan crudos que hace imposible la práctica de este deporte pese a que Suiza existen complejos bajo techo adaptados.
"En Europa el fútbol playa es un boom. En Suiza tienen estadios bajo techo, escenarios espectaculares para practicar esta disciplina. En la liga suiza llegan jugadores de todo el mundo, de España, Italia, Francia, de Tahití, que ahora es potencia", comentó el nacional.
Incluso, en una ocasión Angulo estuvo en Valencia y Alicante de España en pretemporada con su anterior equipo. "Para mí esas son experiencias únicas porque aquí (en Costa Rica) esa disciplina casi no se promueve, y que lo tomen en cuenta a uno es muy importante".
"Yo tenía residencia, lo que pasa es que cuando uno se viene le interrumpen ese permiso, entonces yo lo que puedo estar allá es de tres a cuatro meses", contó.
Cuando se incorpore a su equipo le realizarán las pruebas físicas, pero mientras está en Costa Rica debe seguir un plan de trabajo para entrenar en la casa e ir al gimnasio.
"Eso hace que pueda mantenerme en forma, además de que aquí participo en el equipo de Heredia, entonces también ayuda para estar bien físicamente", señaló Angulo.
Diferente a los años anteriores, cuando Angulo estuvo con su esposa e hijas de 11 y 10 años, en esta oportunidad viajará solo.
"Viví allá seguido casi cuatro años con mi familia. Luego me tuve que devolver por asuntos personales, pero gracias a Dios siempre dejé las puertas abiertas; creo que lo hice bien en ese tiempo", agregó.
Incluso, Angulo asegura que además de la experiencia de jugar fútbol playa, su familia ha disfrutado vivir en Suiza.
"Gracias a Dios mi esposa tuvo la posibilidad de irse ese tiempo, estuvo estudiando en Nueva York y la recomendaron en una universidad de Suiza, entonces todo se unificó. Mis hijas iban a la escuela y fue algo muy bueno para ellas, tanto es así que además del inglés aprendieron a hablar alemán y francés. Siento que el enriquecimiento que adquirimos todos ha sido un logro supergrande", afirmó el futbolista de 34 años.
La adaptación fue tan buena para Angulo y su familia que no ve descabellado hacer su vida en Suiza, ya sea jugando o no. "En un futuro nos volveríamos a ir. A mi esposa le falta como un año de estudio allá. Si Dios quiere y todo me sale bien podría seguir jugando, ojalá bastante. Si fuese el caso que no me toman en cuenta igual me voy, nos gustó mucho, la pasamos muy bien y la libertad que tienen los niños es increíble", aseveró.
En la parte económica, Javier considera que el fútbol playa se debe combinar con otra actividad para vivir bien en un país "sumamente caro".
"Cuando el equipo tiene un fuerte patrocinador, los jugadores tienen muchos beneficios, además yo tenía una escuela de fútbol en Suiza, entonces eso me ayudó. Subsistir solo con eso sería difícil; hay que combinarlo con algo más", comentó.
El costarricense asegura que de la misma forma hay compañeros que vienen de otros países y son estrellas mundiales, por lo que su situación puede ser diferente.
"La disciplina cada vez tiene más auge, pero depende del patrocinio del equipo en el momento de la competencia. A mí el equipo me ofrece estadía, alimentación, el transporte para entrenamientos y partidos y la plata que me dan cuando tienen un buen patrocinador", dijo Angulo, quien agregó que hay detalles del salario que deben terminar de definir.
Pese a ese pormenor, Javier se muestra muy seguro de que el Bienne Hatchets es una oportunidad que debe aprovechar.
"Este año siento que el equipo está mejor organizado, con buenas patrocinadores y los 5 o 6 extranjeros que vamos a ir, estaremos bien económicamente hablando", recalcó.
El costarricense asegura que de la misma forma hay compañeros que vienen de otros países y son estrellas mundiales, por lo que su situación puede ser diferente.
"La disciplina cada vez tiene más auge, pero depende del patrocinio del equipo en el momento de la competencia. A mí el equipo me ofrece estadía, alimentación, el transporte para entrenamientos y partidos y la plata que me dan cuando tienen un buen patrocinador", dijo Angulo, quien agregó que hay detalles del salario que deben terminar de definir.
Pese a ese pormenor Javier se muestra muy seguro de que el Bienne Hatchets es una oportunidad que debe aprovechar.
"Este año siento que el equipo está mejor organizado, con buenas patrocinadores y para los 5 ó 6 extranjeros que vamos a ir estaremos bien económicamente hablando".
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