Los Indios de Cleveland dieron un paso enorme en sus aspiraciones de dejarse la Serie Mundial, tras vencer este viernes por 1 a 0 a los Cachorros de Chicago.
La Tribu no solo se fue arriba en la serie (2-1) con la trabajada victoria de este viernes, si no que aseguraron que el clásico de Otoño terminará en la ciudad de Cleveland, por lo menos para un sexto juego y recuperan su ventaja de localía, que habían perdido.
Este viernes, se presentó un juego muy cerrado, a tal punto que la única carrera llegó en la parte alta de la sétima entrada.
Cleveland se adelantó en dicha instancia luego de un hit impulsador del veterano Coco Crisp, el cual mandó a Michael Martínez por la anotación.
Sin embargo, los Indios ya habían avisado sobre sus intenciones; incluso, en la parte alta de la quinta entrada tuvieron bases llenas y solo un out, pero Francisco Lindor bateó para doble play y terminó la opción de anotar en esa entrada.
El inicio del juego fue un duelo de lanzadores con Kyle Hendricks, quien estuvo en el montículo para los locales por cuatro entradas y un tercio; ante Josh Tomlin, que lanzó para los Indios cuatro entradas y dos tercios, permitiendo solo un hit .
Uno de los puntos a favor del técnico de los Indios, Terry Francona, es que se atrevió a sacar del juego a su relevista estrella Andrew Miller, en la sétima entrada. Crisp impulsó de inmediato la carrera del triunfo y permitió a Miller reservar energías para un posible ingreso en el juego de este sábado.
En la novena entrada, los Cachorros tuvieron a hombre en segunda y tercera, gracias a un error de Mike Napoli en primera base, pero Cody Allen ponchó a Javier Baez para adjudicarse el salvamento.
Esta fue la cuarta vez en que los Cachorros de Chicago son blanqueados en lo que va de la postemporada y nunca un equipo con esta estadística ha logrado adjudicarse la Serie Mundial.
En el juego de este sábado, nuevamente en Chicago, programado para las 6 p. m., el abridor de los locales será John Lackey, mientras que Francona arriesgará al colocar a su estrella Corey Kluber, en su segundo juego de la Serie y con apenas tres días de descanso.