A falta de una semana para que arranque el torneo más importante de atletismo que se ha realizado en el país, la pista del Estadio Nacional ya fue reparada.
Según informó Mariano Campos, del Icoder, al inmueble solo le resta recibir la certificación de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) para albergar el Torneo Norte Centroamérica y el Caribe de Atletismo (Nacac) 2015.
Dicha competencia se llevará a cabo entre el 7 y 9 de agosto, y sirve como clasificación al Campeonato Mundial Mayor de Atletismo que será entre el 22 y 30 del próximo mes en Pekín, China.
Entre los países participantes se encuentran Estados Unidos y Jamaica, potencias mundiales en el atletismo, que vienen con algunas de sus mejores figuras.
Para hacer las modificaciones que necesitaba el inmueble, se contrató a la empresa Superficies de Centroamérica, la cual subcontrató al agrimensor Valery Brukeyev, de origen estonio, quien está autorizado por la IAAF para llevar a cabo reparaciones y solicitar certificación.
Brukeyev, quien ayer envió la solicitud a la IAAF para que la pista del Nacional tenga aval –y así valide récords internacionales–, le mencionó a Mariano Campos que la respuesta de la IAAF sobre la certificación podría llegar al país este viernes.
“Valery tiene una semana de estar acá haciendo la demarcación nueva y todas las demás reparaciones, pero desde hace 22 días se inició con el proceso de limpieza, como lavar la pista”, dijo Marino Campos, encargado de obras del Icoder, entidad dueña del Estadio Nacional.
Campos explicó que los trabajos que realizó y supervisó el agrimensor estonio comenzaron con quitar la demarcación anterior, lo cual se hizo pintando las líneas blancas con un color idéntico al de la pista.
“Después de pintarla de anaranjado, se volvió a marcar con blanco toda para que quedara igual la tonalidad, también se repararon algunas zonas desgastadas, se construyó la jaula de lanzamiento de bala y se hicieron los dados (huecos de cemento) que sirven como anclaje de la jaula”.
Campos explicó que falta rellenar con arena las trampas del salto triple, pero se hará la próxima semana, cuando se le ubiquen unos protectores de viento.
En total la certificación le costará al Icoder ¢26 millones.