Es su tercera presencia olímpica, ya que antes de Pekín había participado en otros Juegos, cuando tenía apenas 23 años, en los que se disputaron en su ciudad natal, Tokio, en 1964. En Los Ángeles 1984 fue suplente, sin llegar a competir, y en Seúl 1988 fue baja por enfermedad de su caballo.
Hoketsu tiene desde 2008 el honor de ser el japonés de más edad en unos Juegos Olímpicos, superando al también jinete Kikuko Inoue, que compitió en Seúl cuando tenía 63 años. El récord general sigue para el sueco Oscar Swahn, que tenía 72 años cuando ganó una plata en tiro en Amberes-1920.
“No he cambiado mucho con los años, ni física ni mentalmente. Por suerte no he tenido ninguna enfermedad importante, a excepción de alguna gripe por el frío”, comentó a la AFP en una reciente entrevista.
Ese caballo con el que competirá es Whisper, una yegua de quince años, “algo vieja” según Hoketsu, pero con la que se entiende a la perfección y ha conseguido muy buenos resultados en los últimos años.