Ponte Vedra Beach (AFP). Repentinamente, el golf de Tiger Woods se está viendo tan vulnerable como su matrimonio, y hasta podría ser desplazado del número uno mundial esta semana, si no recupera terreno en el Campeonato de Jugadores que comienza el jueves en Ponte Vedra Beach (Florida).
Una victoria del estadounidense Phil Mickelson, unido a la probalidad de quedar fuera de los cinco primeros del torneo, podría terminar con el reinado de Woods en lo alto de la clasificación, algo impensable hasta hace poco.
El Tigre de la PGA ha ocupado el número uno del mundo durante 264 semanas consecutivas, pero tras no poder pasar el corte de segunda ronda en el torneo de Charlotte la semana pasada, se evidenció que su juego está lejos de la excelencia que le llevó a la categoría de ícono mundial deportivo.
Esta fue sólo la sexta vez en su carrera que Woods no pasaba el corte de un certamen y, hasta ahora, nunca ha sido eliminado en rondas tempranas dos veces consecutivas.
Pero el campo TPC Sawgrass, sede el Campeonato de Jugadores, no siempre ha sido beneficioso para Woods.
En estos links ganó el título el pasado año, pero sigue siendo el único evento en el que Woods ha terminado fuera del “top 20” al menos cinco veces.
También fue en la casa club del TPC Sawgras, que el 19 de febrero pasado Woods terminó un silencio autoimpuesto, tras excluirse de las competencias para poner en orden su vida personal.
En un discurso televisado a nivel mundial, ese día Woods pidió disculpas a su familia, amigos y fanáticos por las infidelidades múltiples que pusieron en peligro su matrimonio, le costaron patrocinadores y empañaron su reputación personal.
Con su esposa Elin gestionando el divorcio, según varios medios de prensa, Woods reconoció esta semana que estaba intentando armonizar su juego nuevamente, algo muy difícil cuando se está bajo microscopio del público.
“He estado tratando de hacer ajustes en mi vida y hacer cambios”, dijo. “Mucha gente, cuando pasa por un tratamiento, es capaz de hacer estos ajustes en el anonimato. No es mi caso. Y eso lo hace mucho más difícil”.
Dos jóvenes promesas amenazan a Woods en un futuro lejano, como demostraron sus resultados en torneos de la semana pasada.
El norilandés Rory McIlroy se impuso en Charleston para ganar su primer título en territorio estadounidense dos días antes de cumplir 21 años. El japonés de 18 años Ryo Ishikawa rompió el récord de una ronda en cualquier torneo profesional de la PGA al conseguir un cartón de 58 golpes, camino de su victoria en el Tour de Japón.
Empero, la amenaza más directa para Woods provendrá de su experimentado rival Phil Mickelson, quien reclamó su cuarta corona de un torneo Gran Slam al ganar el Masters de Augusta de abril pasado.
Pero nadie debe subestimar a Woods. El Tigre está herido, más no vencido.
“Le he visto hacer tiros que no creo que nadie más en el mundo pueda lograr”, dijo Mickelson. “Es un increíble jugador y gran talento, y tiene uno de los récords más impresionante, si no el más impresionante, en la historia del golf”.
“Independientemente de lo que hizo la semana pasada, conociendo el tipo de competidor que es, espero que vuelva y sea “el Tigre” que estamos acostumbrados a ver en el campo de golf”, subrayó Mickelson.