Más allá del poderío exhibido por la joven Alemania, lo más destacado del Grupo D fue sin duda la incursión de Ghana como único representante africano que logró avanzar a la ronda de octavos de final.
Los ghaneses, no sin sufrimiento, fueron el único combinado de los seis africanos que logró superar la primera fase, gracias a una demostración de orden y un futbol que siempre fue en constante crecimiento.
Ghana avanzó como segunda del bloque con cuatro unidades, mismas que consiguió Australia pero con una diferencia negativa de tres, mientras que los africanos mantuvieron su diferencia en cero.
Un punto por abajo terminó Serbia, gracias a su inesperada victoria ante los alemanes, resultado insuficiente para poder avanzar más allá de la fase de grupos en el torneo.
Los germanos, al final líderes indiscutibles merced a sus seis puntos cosechados, tuvieron un inicio arrollador con su goleada 4-0 ante Australia, mas la derrota ante Serbia y la victoria por la mínima ante Ghana le quitaron un poco del favoritismo que muy temprano se creó.
El Grupo D terminó así por cumplir a medias con sus pronósticos: Alemania clasificó sin mayores dificultades como líder, mas Serbia, llamada al protagonismo, acabó como última.
De la parcialmente conocida selección dirigida por Joachim Loew, empezaron a brillar con luz propia las que de momento prometen ser las futuras luminarias del futbol germano, con un letal Thomas Müller y un habilidoso Mezut Özil.
De Ghana quedó en evidencia la calidad de Asamoah Gyan y Kevin-Prince Boateng y lo concreto del conjunto africano.
En Serbia hizo eco el histórico e incansable Dejan Stankovic, mientras que Australia aprendió que con solo Tim Cahill y Harry Kewell como referentes es difícil que tenga éxito.