Los meses entre el final de la temporada 2009-2010 de la NBA y el inicio de la 2010-2011 son de suma importancia para el futuro de la liga.
Más allá del triunvirato que armó el Heat de Miami, con Dwayne Wade, Lebron James y Chris Bosh, o el paso de Amar’e Stoudemire de los Suns de Phoenix a los Knicks de Nueva York, las ramificaciones del periodo de contrataciones de agentes libres se sentirán al final de la próxima campaña.
La inflación salarial podría ser el detonante para que los dueños de los equipos decidan irse a un paro patronal, sí no se logra llegar a un acuerdo para extender o negociar un nuevo contrato colectivo de trabajo con los representantes de la Asociación de jugadores.
Al revisar la lista de basquetbolistas que renovaron contratos con sus equipos y aquellos que hicieron maletas, para buscar un mejor salario en otra franquicia, destacan las grandes sumas de dinero que se están pagando por jugadores que no son grandes luminarias.
Esto junto a que el déficit de 370 millones de dólares del que habla el comisionado David Stern, hacen prever dificultades laborales.
Milicic podría ser el abanderado de los dueños para cerrar la liga y buscar un acuerdo que no los haga perder dinerales en jugadores del montón, que nunca van a destacar.
El montenegrino nunca ha promediado más de 8,3 puntos por juego y su máxima marca de rebotes fue de 6,1, pero aún así logró obtener un contrato de $20 millones por cuatro años de servicio.
De acuerdo con Adam Silver, de la oficina del comisionado de la NBA, el problema con los salarios, que están directamente ligados al contrato colectivo, es que mientras los cheques de los deportistas siguen aumentando, los márgenes positivos para las franquicias son cada vez menos jugosos.
Cuando un base como Joe Johnson, de los Hawks de Atlanta, que promedia 21,3 puntos por noche, recibe $119 millones por seis años, es fácil comprender la preocupación.
Johnson es un anotador, que brinda poco más al equipo, ya que no resalta en ninguna otra faceta del juego ofensivo o defensivo.
Para buscar poner los datos en perspectiva, se puede poner el ejemplo de Wade y Miami.
Al igual que Johnson, Wade no cambiará su código postal, pero Wade, campeón de la NBA y medallista de oro olímpico, ganará $12 millones menos en los seis años.
Estas disparidades preocupan a una liga que se encamina a un paro laboral, con millones de dólares de por medio. Se utilizó información de