Johannesburgo.
“ “Can you feel it? ( ¿Puedes sentirlo?)”, se pregunta en su portada The Citizen, matutino de Johannesburgo, en título gigante, sobre una foto del juego Francia 0 - México 2.
Es que el choque del grupo A, en la oriental Polokwane, se disputó con diez grados bajo cero. Hasta la pelota tiritaba.
Como las vuvuzelas y la falta de goles, el frío se ha convertido en protagonista de este Mundial. Los partidos de la tarde ( 1:30 p. m. hora local) se juegan bajo un solcito tenue, aunque agradable, y un clima fresco; los de la noche son martirizados por temperaturas crueles.
La gente permanece congelada en las tribunas, acurrucada. El frío aplaca el ánimo festivo. Y así como no es saludable jugar con calores sofocantes, tampoco es bueno desde el aspecto técnico practicar este deporte con las manos o el pecho entumecidos.
Es una de las grandes sorpresas que los visitantes se llevan.
Por tratarse de África, el imaginario colectivo viaja hacia un territorio de calores sofocantes. Error: estamos en el extremo sur del continente. El Polo no es un vecino demasiado lejano. Y casi todas las sedes están en altura; Johannesburgo a 1.600 metros sobre el nivel del mar, por ejemplo, lo que enfría aún más el ambiente.
Otro de los mitos derrumbados es el del paisaje urbano.
Muchos pensaban encontrar nativos con tambores y leones y elefantes surcando las calles. Pero se topan con ciudades fantásticas, modernas y bellas.
En el Parque Kruger y otra gran cantidad de reservas nacionales se concentra la mayor diversidad de animales característicos del África, pero eso está lejos de los estadios y de las urbes.
Lo insólito es que no exista el transporte público de pasajeros en este país. Es desde todo punto de vista inexplicable.
¡Ay Podolski! Alemania, que impresionó en su estreno, mostró debilidades en su segundo acto. Al igual que Paraguay, tiene problemas en el arco. Neuer es flojito, reaccionó tarde en el gol de Serbia. Y es difícil para una selección llegar muy alto sin un buen arquero. Igual tuvo ocasiones de empatar, solo que Podolski tiró una docena de pelotazos a las nubes desde buenas posiciones. Y encima malogró un penal. No es delantero para ser campeón del mundo.
¿Y ahora? De convertirse en candidato al título en un partido, Alemania pasó a posible eliminado en primera ronda. Si pierde con Ghana en la última fecha (no es descabellado) podría irse a casa pronto. Y no tendrá a Klose, su carta de gol, para este duelo.
Tolerancia cero. Justamente Klose vio la tarjeta roja ante Serbia por los arbitrajes cada vez más severos que exige la FIFA.
Alemania, históricamente la selección de mayor reciedumbre en los Mundiales, ya lo siente.
Klose cometió tres faltas fuertes desde atrás en 36 minutos. La primera pasó; las restantes lo condenaron al camarín. En Mundiales anteriores nunca hubiesen echado a un alemán por eso. La orden, ahora, es ser inflexible con el juego brusco. Lo dijo el juez uruguayo Jorge Larrionda en una entrevista previa al torneo.
Lamentable. Los arbitrajes venían inmaculados, hasta el juego de ayer en que le anularon a Estados Unidos un gol perfectamente válido frente a Eslovenia. Agonizaba el partido y, después de estar 0-2 y empatar, Maurice Edu metió un golazo de atropellada. Era triunfo norteamericano. Y justicia, porque lo había buscado más.
El juez africano Koman Koulibaly vio un offside que no hubo. Así, el participante con más población de este Mundial, Estados Unidos (307 millones), se dio la mano con el de menos, Eslovenia (2 milloncitos). ¡Qué democrático es el futbol!
¿Técnico nacional? En varios países de Latinoamérica se siguen preguntando si contratar un técnico nacional o extranjero. En otras latitudes no hacen demasiado drama con esto. El tema es clasificar. 11 de los 32 entrenadores de Sudáfrica 2010 son foráneos. A saber: Sudáfrica (Parreira, brasileño), Nigeria (Lagerbäck, sueco), Grecia (Rehhagel, alemán), Inglaterra (Capello, italiano), Ghana (Rajevac, Serbia), Camerún (Le Guen, francés), Paraguay (Martino, argentino), Costa de Marfil (Eriksson, sueco), Suiza (Hitzfield, alemán), Honduras (Rueda, colombiano), Chile (Bielsa, argentino).
Derrota anunciada. Francia había sido sindicada como el seguro fracaso del Mundial por toda la prensa gala. Hace un mes, el periodista Philippe Auclair fue rotundo: “La derrota no nos va a sorprender. ¿Lo explico en dos palabras? Raymond Domenech. Tenemos al técnico más incompetente del mundo”. Un equipo sin alma el francés.
Hoy tenemos un programa poco alentador: Holanda-Japón, Ghana-Australia y Camerún-Dinamarca. Honestamente, va ser a ser difícil soportarlo.