Londres. EFE . Sally Pearson confirmó ayer todos los pronósticos y se proclamó nueva campeona olímpica de 100 metros vallas, con lo que acabó con el reinado de las estadounidenses y recogió el testigo de la eterna Cathy Freeman, última australiana ganadora de un oro.
Pearson se llevó el triunfo en una carrera vibrante con una gran emoción. Tras casi un minuto de espera, por los marcadores se anunció su triunfo con 12.35, nuevo récord olímpico, tan solo dos centésimas menos que la defensora del título, la estadounidense Dawn Harper, mientras que el bronce fue para su compatriota Kellie Wells.
La australiana, campeona mundial al aire libre y bajo techo, y la más rápida del curso, exhibió su dominio en la pista del Estadio Olímpico londinense para subir al peldaño más alto del podio.
Tras haber sido segunda en Pekín se convirtió en la primera aussie campeona desde Freeman.