Ciudad del Cabo. AFP El atacante Dirk Kuyt, quien está cerca de cumplir su “sueño de toda la vida de disputar una final de Copa del Mundo ” como aceptó ayer, es el intocable de la Holanda de Bert van Marwijk.
El del Liverpool es el único que disputó los 26 partidos que jugó la Oranje desde que el exentrenador del Feyenoord tomara las riendas de la Naranja Mecánica al término de la Eurocopa 2008, más allá de que hay superestrellas como Arjen Robben y Wesley Sneijder.
Marcó ocho anotaciones.
Kuyt es un extremo que quizás no luce tanto, pero en esfuerzo y creación de oportunidades fue invaluable para Holanda en todo el proceso eliminatoria y en el propio certamen mundialista.
“Hemos trabajado duro para estar aquí. Tenemos que asegurarnos el trabajar juntos sabiendo que la semifinal será el partido más difícil que debamos afrontar. Tenemos una oportunidad fantástica”, dijo Kuyt ayer al sitio del Liverpool.
En sus recuerdos está el primer partido que la Naranja Mecánica jugó como local de la mano de Van Marwijk. Una derrota 1-2 en Eindohven ante Australia, que fue tomada como un mal augurio.
Pero desde entonces, la Oranje no volvió a conocer la derrota, con unos números aplastantes: 19 triunfos, seis empates y aquella lejana derrota ante los Socceroos.
Kuyt, que se hizo un nombre rompiendo redes en el Feyenoord con 83 goles en 122 partidos, estuvo presente en estos 26 partidos de la era Van Marwijk, récord que compartía con Joris Mathijsen, pero el defensa se bajó del choque en cuartos con Brasil (2-1) por una lesión sufrida en el calentamiento.
En el Mundial participó en los cinco juegos por 426 minutos, marcó un gol y remató nueve veces.