Era otro tiempo...
A lo largo y ancho de nuestra Sala de Redacción, el ruido del teclear de las máquinas de escribir parecía el galope de corceles desbocados.
Mientras los redactores de
España 5, Dinamarca 1.
Aquella tarde del 18 de junio de 1986, el plano general de la pantalla chica exportaba al mundo la pasión y el júbilo de la
Entre tanto, en el reducto de las cuartillas y de los teletipos, todos nos abrazábamos con Juan Antonio Sánchez Alonso,
Afable y extrovertido, compinche de sus colegas de la vieja guardia; abierto y generoso con los nuevos pinos,
Era otro tiempo...
La goleada española a Dinamarca, que venía con un ritmo arrasador, por momentos nos hizo creer en el anhelado resurgir español.
Sin embargo, la ilusión no pasó de los cuartos de final. Y España se quedó en la cuneta de México 86, vencida por Bélgica por la vía de los penales (5–4) . Era otro tiempo...
El partido será pasado mañana en Durban. Los ibéricos se alistan a saltar a la gramilla con un “rejuvenecido” David Villa; con el sueño de Fernando
Parece que, por fin, Casillas dejó atrás su desconcentración por los desencuentros con su novia, la bella periodista Sara Carbonero.
De cualquier modo, que Íker haya perdido la cabeza por una mujer es tan humano, que todos hemos sufrido alguna vez por el desvarío del amor posible y del imposible.
Volvamos al futbol.
Vistas las fuerzas con la óptica de la teoría, Alemania llegará más compacta al compromiso; es decir, mejor conjuntada, con armas mejor pulidas que su adversario.
Así como el método científico de Joachim Löw (director técnico de Alemania) pulverizó el álbum romántico de Diego Maradona, bien podría ocurrir que los teutones le ofrezcan la misma dosis a una España que aún no las tiene todas consigo, pese a su recuperación.
De cualquier modo, los favoritos no son hijos de la casualidad. Se basan en los antecedentes; en los inmediatos y en los de vieja data.
El funcionamiento alemán ante Argentina fue el resultado de un guión táctico y estratégico bien estudiado y mejor ejecutado por los orfebres de la disciplina.
Ahora bien, España tiene lo suyo. El libreto de la
En una Copa del Mundo en la que Costa Rica no es protagonista, el periodismo deportivo bien puede admitir el peso de la subjetividad.
Yo grito:
Por la evocación de un abuelo lejano y desconocido. Por mi vivencia inolvidable en aquella tierra. Pongamos que hablo de Madrid.