Con brazos fuertes, piernas veloces y una extraña locura para correr contra cualquier defensa... Cam Newton y Colin Kaepernick son dos de los mariscales más versátiles en toda la liga.
Esas características los llevan a guiar ataques variados y peligrosos. Lo que se verá mañana en el duelo entre Panteras y 49ers.
Aún así, se espera que el de mañana sea un partido de pocas anotaciones, ahogado por dos férreas y consistentes defensas.
Si bien la defensa de Seattle tuvo los mejores números en la campaña regular, hay muchos que argumentan que Carolina tiene una alineación más agresiva.
Las duras Panteras son el sexto equipo contra el ataque aéreo y el segundo deteniendo el acarreo de los rivales. Tienen pocas debilidades y son segundos, también atrás de los Seahawks, en cuanto a puntos recibidos.
El ataque no es tan sorprendente como los de algunos otros equipos que llegaron a esta postemporada, pero Newton sabe guiar a los suyos cuando el triunfo está en la palestra. Por algo ganaron 11 de sus últimos 12 partidos y llegan a estos play-off como uno de los conjuntos más inspirados.
El show de Kaepernick. Fue en la pasada postemporada que Colin dio un salto al estrellato, llevando a San Francisco al Super Bowl.
Poco ha cambiado realmente de ese equipo que estuvo cerca de acariciar la gloria el año pasado: una buena defensa, un fuerte ataque terrestre y un Kaepernick que nunca se sabe por dónde se va a escapar.
La victoria de la semana pasada, en la helada tundra de Green Bay, es una buena señal y motiva a los dirigidos por Jim Harbaugh.
No así la derrota de la semana 10 ante Carolina. Las Panteras maniataron el ataque de Kaepernick a 91 yardas por aire y apenas cuatro por tierra, en una reñida victoria por apenas 10 a 9.
Por eso el encuentro de mañana encierra un morbo especial, un aire de revancha con un pronóstico muy , pero muy, cerrado.