Roma, Italia. efe El número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, y el español Rafael Nadal, tercera raqueta del circuito, reeditarán hoy la final de la que ya fueron protagonistas en la pasada edición del Masters 1000 de Roma.
En el anterior enfrentamiento, Djokovic obligó a abdicar al que fue el emperador del torneo romano, Nadal, en cinco ediciones, por un contundente 6-4 y 6-4 que grita venganza para el mallorquín.
Roma será hoy el escenario del tercer choque de este año entre ambos tenistas, todos ellos finales.
Pero también supondrá romper el empate que mantienen esta temporada, con el serbio que se impuso en la superficie de Australia, mientras que el mallorquín ganó en la tierra batida de Montecarlo.
Será el partido número 31 entre ambos protagonistas, y que hasta ahora tiene un balance de 17 victorias de Nadal contra 14 del serbio.
El español se coronó en cinco ocasiones en sus siete participaciones hasta ahora en la arcilla roja de la capital italiana.
Mientras, Djokovic es la quinta ocasión que disputa este torneo, en el que consiguió llegar cuatro veces a la disputa por el título.
A la final. El número uno del mundo alcanzó el escalón más alto del trofeo romano tras vencer en una hora y 39 minutos, por 6-2 y 7-6 , al segundo mejor tenista del circuito, el suizo Roger Federer.
Djokovic llegaba a esa semifinal con algunos momentos de apagón en su juego.
Por ejemplo, el primer set que perdió contra Juan Mónaco, en octavos, o el 7-5 en la primera ronda con el francés Jo-Wilfried Tsonga. Pero disputó ayer su mejor encuentro de este torneo.
Por su parte, Nadal, número tres del mundo, alcanzó ayer la final tras eliminar a su compatriota David Ferrer, sexta raqueta del circuito, que aunque le puso las cosas difíciles en el primer set, acabó claudicando por 7-6 y 6-0.
Nadal reconoció que el primer set contra su compatriota Ferrer fue el más duro que ha tenido que afrontar en la temporada en tierra.
En tanto, Djokovic aseguró que el partido ante Roger Federer fue el mejor de los que disputó esta temporada en arcilla. Pero todavía le falta verse con Nadal.